“He aprendido que es importante no limitarse. Puedes hacer lo que realmente te gusta hacer, sin importar qué sea”
Ryan Gosling es uno de los galanes de Hollywood que logró dejar a un lado el papel de comedia romántica que lo encasilló. Así, con trabajo, esfuerzo y películas de carácter independiente, Gosling dejó atrás al romántico empedernido de Noah Calhoun (rol que interpretó en “The Notebook”, en 2004).
Hoy es realizador, cantante, escritor y actor y, seguramente, lo verás varias veces en cartelera este 2017, pues llega a México el multinominado musical que protagoniza, “La La Land” (2016) y se estrenarán en el año “Weightless” y “Blade Runner 2049”. Además, desfilará por alfombras rojas y agradecerá premios durante los primeros meses de este año, en la temporada de galardones a lo mejor del séptimo arte.
A Ryan nunca le gustó ser niño y durante su infancia luchó contra el Trastorno por Déficit de Atención que padecía y para el que le recetaron Ritalin. Inclusive lo separaron del salón para llevar clases con estudiantes que tenían necesidades especiales.
Durante un tiempo, el actor nacido en Ontario estudió en casa y su madre dejó su trabajo de secretaria para ayudarlo.
Pero a pesar de que la escuela no fue “su fuerte” (no en vano su apodo de la infancia era “Problema”), desde niño Ryan demostró que el entretenimiento era su talento. De hecho, cantaba en bodas con su hermana Mandi.
En los 90 participó en “Mickey Mouse Club” de Disney Channel, por lo que se mudó a Florida. Y aunque no aparecía en pantalla tanto como sus compañeros, para él fueron “los mejores dos años”.
Casi como un capricho, Ryan abrió “Tagine” –un restaurante marroquí–, quedándose casi en la ruina. El también director tuvo que lavar trastes y hacer la plomería del lugar él mismo.
Y así de decidido también es en su vida personal y profesional. Le gusta tejer, tomó clases de ballet, trabajó haciendo sándwiches, tiene su banda de indie rock, “Dead Man’s Bones”, le enseñó sobre sexo a Britney Spears, salió con Sandra Bullock y Rachel McAdams, y actualmente sostiene una relación con la actriz Eva Mendes y tienen dos hijas: Esmeralda y Amada.
Demostró su talento en “Blue Valentine” (2010), lo adoraste en “Crazy, Stupid, Love” (2011) y se consagró fuera de lo comercial con “Drive” (2011), cinta en la que le recordó al público y la crítica que es “un actor carismático, como fue Steve McQueen. Encarna presencia y sinceridad… ha mostrado un regalo de encontrar personajes poderosos y puede lograr casi cualquier cosa”, como dijo el fallecido y mítico crítico de cine Roger Ebert.
En 2006 fue nominado al Oscar por “Half Nelson” y muy probablemente este año compita por la estatuilla por la película “La La Land”.
