Comer en pocas cantidades sí hace la diferencia. No solo podrás mantener tu peso a raya, también podrás verte y sentirte más joven.
¿Cómo? Gracias a los ribosomas, que son los fabricantes de las proteínas celulares. Expertos de la Brigham Young University revelaron en un estudio que reducir el consumo de calorías provoca que los ribosomas dejen de producir proteínas, lo que ayuda a que se reparen y funcionen mejor.
Y es que lo anterior vuelve más lento el proceso celular del envejecimiento. “El ribosoma es una máquina muy compleja y periódicamente necesita mantenimiento para reemplazar las partes que se gastan más rápidamente”, dice John Price, el autor principal de esta investigación.
Price añade que “cuando los neumáticos se desgastan, no se tira todo el coche y se compra uno nuevo; es más barato reemplazar los neumáticos”.
John Price y su equipo de científicos señalaron que “cuando se restringe el consumo de calorías, hay casi un aumento lineal de vida (…) inferimos que esta restricción causó cambios bioquímicos reales que ralentizaron la tasa de envejecimiento”.
Aunque el experimento fue realizado con ratones, sus resultados podrían aplicar a los humanos, según los científicos.
“Los ratones con restricciones calóricas fueron más enérgicos y sufrieron menos enfermedades”, indica Price. “Y no es sólo que hayan vivido más tiempo, además mantuvieron mejor sus cuerpos y duraron más tiempo jóvenes”.