Tal vez después de todo esté sirviendo el concientizar a la gente para reciclar basura, dejar de utilizar el vehículo personal por el transporte público y utilizar lo menos posible la luz eléctrica cuando no es necesaria, ya que después de 15 años se ha visto un cambio en la tierra.
Science Magazine publicó una investigación en la que se comprobó que 4 millones de kilómetros cuadrados se recuperaron del agujero de ozono que existe sobre la Antártida, siendo hoy en día más estrecho que en el 2000.
Sin embargo, aún hay mucho por hacer, ya que la toma de conciencia en las personas es necesaria para seguir ayudando a este mal que afecta con el cambio climático y en enfermedades como el cáncer de piel.
Mejorando el futuro
El hoyo de ozono fue detectado en la década de 1950, pero no fue hasta 1987 que se tomaron medidas de acción al firmarse el “Protocolo de Montreal”, en el que las naciones del mundo se comprometieron a eliminar o reducir los niveles de clorofluorocarbonos (CFC) para restablecer la atmósfera con una proyección al año 2050.
El artículo reunió el talento de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido.
El daño sin capa
Al abrirse la capa de ozono en el planeta, los rayos Ultra Violeta (UV) entran con mayor facilidad al globo terráqueo, por lo que esto ha empezado a repercutir tanto en la salud del ecosistema como en la de los seres humanos.
Las afecciones hacia la piel han aumentado debido a la sobreexposición solar, incluyendo el cáncer de piel, quemaduras de sol así como el daño a la vista, que puede llegar a causar cataratas corticales y ceguera.
Además, se ha comprobado el daño en la agricultura, la cual ha visto afectadas sus cosechas de arroz, trigo, algodón, lechuga, tomates y otras especies en distintas partes de Europa, según la Comisión Europea de la Acción por el Clima.
Ayudando al planeta
La Comisión Europea especifica que “es tarea de todos el poder salvar a la tierra con simples pasos que todos podemos hacer, por ejemplo el desechar equipos de refrigeración y aire acondicionado de manera adecuada, sobretodo cuidando que no se dañen los circuitos de enfriamiento donde se encuentran las sustancias que agotan la capa de ozono”.