Si tienes ganas de romper tu dieta en la tarde o noche, decide que lo harás al día siguiente por la mañana y es más probable que cumplas tus objetivos y tu régimen, según una investigación publicada recientemente.
La razón la explican dos expertos del Centro para la Ética de la Universidad de Harvard, que convocaron estudiantes de carrera profesional y ya graduados de Estados Unidos para participar en su estudio.
Los científicos hicieron que los participantes hicieran pruebas parecidas en la mañana y en la tarde. Y compararon los resultados en ambos momentos.
Algunas de las pruebas, por ejemplo, involucraron pedir que completaran palabras dándoles solo algunas letras de estas, u ofrecerles “dinero” extra (que les ayudaría a ganar un juego) si hacían trampa.
Los participantes, como los investigadores predijeron, resultaron ser más propensos a actuar de forma poco ética (o formar palabras no relacionadas a la honestidad) en la tarde.
Según los resultados de la investigación, cada día tenemos un límite de fuerza de voluntad, y para el final de este ya se ha agotado.
A esto le llamaron el “efecto de moralidad matutina” y se caracterizó por la disminución de la conciencia moral y el autocontrol por las tardes y noches.
Uno de los hallazgos más interesantes fue que este efecto, mencionan los autores, fue más notorio en las personas que suelen ser menos capaces de desconectarse de la moral.