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“Me gusta la luz, el color y la luminosidad. Me gustan las cosas llenas de color y vibrantes”, dijo en alguna ocasión el fallecido diseñador Oscar de la Renta.
De la Renta murió en Connecticut, Estados Unidos, tras padecer un cáncer que le diagnosticaron en el 2006.
Oscar de la Renta diseñaba para que la persona que portara sus prendas se fusionara con las mismas, se convirtieran en un solo ser, único e irrepetible. El color de cada tela le daba tonalidades a la piel de la mujer que caminaba altiva un vaporoso vestido rojo de la autoría del dominicano. Y la mejor manera de expresar con palabras la vivacidad con la que se movían sus vestidos en la pasarela es: vibrante.
Los vestidos creados por De la Renta vibraban por sí solos y al entrar en contacto con la piel de la mujer, estallaba una sinfonía de color.
Y es que Oscar de la Renta amaba a las mujeres y las mujeres a él. Era un caballero dentro y fuera del mundo del diseño, un hombre que comprendía en su totalidad el estilo de una mujer y la manera de resaltar el lado más sensible de la silueta femenina.
Al enterarse de su deceso Naty Abascal, su musa, dijo que Oscar fue una persona “única, honesta, humilde, sencilla, con un corazón enorme, como no había nadie en el mundo”.
“Elegancia y belleza”, así lo describió con palabras en una ocasión Hillary Clinton, quien vistió prendas de Oscar de la Renta, tal como lo hicieron otras primeras damas de Estados Unidos, entre ellas Michelle Obama, Nancy Reagan, Jackie Kennedy y Laura Bush.
Y El País publicó un artículo en el que dice que fue “el diseñador de moda que hizo de lo bonito, belleza”. Belleza que se puede comparar con la de las obras de arte, como la escultura o la pintura.
El que fuera sobrino del poeta dominicano Fabio Fiallo solía decir que “las mujeres que marcan la moda no son las estrellas de cine ni las primeras damas, sino las anónimas, que han desarrollado su propio estilo y tienen una gran seguridad en sí mismas. Vestir bien no es sinónimo de ropa cara. Existe una gran creación al alcance de todos los bolsillos”.
De la Renta no solo deja un vacío en la historia de la moda tras haber fallecido a los 82 años, también deja un reto inexplicable para sus equivalentes, un lugar que difícilmente se podrá ocupar en las pasarelas. Habrá muchos y mejores bocetos, diseños, vestidos… pero nunca tendrán la luminosidad que tenía un “De la Renta”.
Cuando el alumno supera a sus maestros
Oscar Arístides de la Renta Fiallo abandonó su natal República Dominicana a los 18 años, para estudiar pintura y dibujo en la Academia de San Fernando de Madrid, España.
Como todo buen artista, le dio rienda suelta al talento de sus manos y comenzó a dibujar vestidos para mantenerse en Europa. Fue entonces que le llegó una oportunidad de oro: ser el aprendiz de Cristóbal Balenciaga. Después llegó a Francia y trabajó con Christian Dior y Antonio Castillo. De hecho, fue una especie de brazo derecho de Castillo en la década de los 60.
Durante esa década alcanzó la fama mundial por haber sido uno de los diseñadores de la que fuera primera dama de Estados Unidos, Jackie Kennedy. En los 70 triunfó en Francia, en el 80 vistió de manera gratuita a los Boy Scouts de América, y de 1993 al 2002 fue nombrado director creativo de Pierre Balmain, convirtiéndose en el primer dominicano en diseñar en una casa de moda francesa.
Con los años, De la Renta se ganó un lugar en la cúspide de la industria de la moda. Realeza y celebridades como Amy Adams, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker y Madonna adoraron portar sus creaciones.
La última obra del “caballero de la moda” fue el vestido de novia de Amal Clooney (Alamuddin, de soltera), la prominente abogada que se convirtió en la esposa de George Clooney.
Y se podría decir que este alumno superó a sus maestros. No porque Dior o Castillo sean peores diseñadores, sino porque el diseño de Oscar de la Renta era el romanticismo femenino hecho vestido, prueba de ello es ver el rostro iluminado, el porte altivo y el caminar de cualquiera de las mujeres que se han puesto algunas de sus creaciones.
Su última colección