Lo que pasa en la infancia, se queda para toda la vida. Cuando una niña es abandonada por su padre, este hecho marcará por completo su comportamiento respecto a los hombres que conocerá en su adolescencia y en la adultez, sobre todo en el plano sexual.
Como dice Collin Allen de Psychology Today, “la vida sin un papá significa problemas para una niña adolescente. La ausencia del padre provoca que la joven comience a tener actividad sexual a edades tempranas y también aumenta el riesgo de embarazo adolescente”.
Así lo determinaron los resultados de una extensa investigación de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda.
Las niñas de padres que se fueron antes de que éstas nacieran o desde que eran bebés y hasta que cumplieron cinco años tenían ocho veces mayor riesgo de embarazarse en la adolescencia, en comparación con quienes vivieron con sus papás.
Si el progenitor “se fue por los cigarros” y no regresó jamás cuando las pequeñas tenían entre seis y 13 años, tenían de dos a tres veces mayor riesgo de quedar encintas.
En un país como México no es casualidad que se disparen los embarazos adolescentes, ya que hay miles de casos de abandono del padre.
Las pequeñas mexicanas empiezan su vida sexual a temprana edad y entre las consecuencias de ello están la violencia que incluye abuso sexual y prostitución infantil.
La tasa de fecundidad en México es de 77 nacimientos por mil adolescentes de 15 a 19 años. El país tiene la mayor incidencia de embarazo adolescente de los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Con padrastro
Bruce Ellis, quien tiene un doctorado en psicología experimental y quien lideró el estudio que constó de más de cuatro investigaciones, sugiere que las hijas cuyas madres salieron y se relacionaron con otros hombres que no eran sus padres biológicos –o tenían padrastros– también adelantaron su etapa sexual.
A su vez, Bruce Ellis señaló que la falta de la figura paterna en la vida de las niñas también provoca que al crecer ellas no puedan formar lazos estables y fuertes con hombres.
Y se sienten atraídas por hombres violentos.
Consecuencias
Entre los traumas que genera la ausencia paterna están poca confianza, baja autoestima, desapego emocional, sentimiento de culpa y hasta episodios de depresión.