Se quedan ‘sin hielo’
¿Quién no recuerda la tierna y espectacular película en 3D sobre el pingüino emperador, “Happy feet”?
En la cinta Mumble (que no sabe cantar, pero sí bailar) se enfrenta a la escasez de peces debido a que los humanos se los llevan. En la vida real, hay otro problema que afecta a la Antártida actualmente: el retraso en la congelación del suelo marino, es decir, la falta de hielo.
María Alesandra Pámanes¿Quién no recuerda la tierna y espectacular película en 3D sobre el pingüino emperador, “Happy feet”?
En la cinta Mumble (que no sabe cantar, pero sí bailar) se enfrenta a la escasez de peces debido a que los humanos se los llevan. En la vida real, hay otro problema que afecta a la Antártida actualmente: el retraso en la congelación del suelo marino, es decir, la falta de hielo.
Esta especie solamente vive en la Antártida y pasa su temporada de reproducción y cría en el suelo congelado. Pero según un estudio publicado recientemente en PLoS ONE, diversas colonias de estos pingüinos tuvieron que trasladarse a plataformas de hielo glacial, las cuales son de difícil acceso para ellos.
Los científicos del British Antarctic Survey (BAS) se dedican a monitorearlos y notaron su reacción ante el retraso de la congelación del suelo antártico, vía imágenes satelitales.
Adaptados (y afectados) por el cambio
Las imágenes demostraron que los animales escalaron hasta 30 metros para llegar a un acantilado glacial. Lo que representa un peligro, pues aunque son expertos nadadores y se sumergen hasta 500 metros bajo el agua, estas aves no pueden volar y son torpes cuando caminan por la tierra (hielo).
Peter Fretwell, investigador del BAS y autor del estudio que se realizó junto con la Universidad de California y la Australian Antartic Division, dijo a El Mundo que “el emperador es la especie más grande de pingüino y también es la que, de media, se sitúa más al sur durante su temporada de reproducción. Pero lo que realmente les hace únicos es que se reproducen durante el invierno antártico y no lo hacen en tierra firme, sino en el hielo marino”.
Otros tipos de pingüino se reproducen en el verano, pero el emperador prefiere el invierno, por lo que el riesgo y la vulnerabilidad de la especie son altos, dado el aumento de las temperaturas.
Cuando el hielo se fractura muy pronto a lo largo de la estación de reproducción, aumenta la mortalidad de las crías de las colonias.
Entre el 2011 y el 2012, la capa de hielo marino en la Antártida se formó un mes más tarde de lo habitual, de acuerdo a las imágenes satelitales analizadas.
Fretwell añadió que actualmente hay 600 mil emperadores aproximadamente.
Aunque los cambios de clima son variables, lo cierto es que no se debe ignorar el comportamiento de adaptación de los pingüinos, por el retraso de la congelación del suelo.
Y ese no es el único problema, ya que “más preocupante aún es que el krill, que es el elemento clave en la cadena alimentaria antártica, también depende del hielo, pues la reducción de las reservas –de estos bancos de crustáceos– tendría un impacto en la mayoría de los animales que viven en el continente”, agregó Peter Fretwell.
Otro estudio, también publicado en PLoS ONE, indicó en sus resultados que “los impactos biológicos del cambio climático no sólo se manifestarán a largo plazo. Animales y plantas están ya adaptándose al aumento de temperaturas a un ritmo sorprendente”, según Valentin Amrhein, autor de esa investigación.