Solo para el verdadero amor
Después de que Nestlé creó un smart bra que tuiteaba recordatorios de exámenes mamarios y Microsoft inventara uno para prevenir que las mujeres comieran por ansiedad, un nuevo sostén inteligente ha provocado debates.
Se trata del “True Love Tester Bra”, de la compañía japonesa de lencería Ravijour.
Ana Paulina ValenciaDespués de que Nestlé creó un smart bra que tuiteaba recordatorios de exámenes mamarios y Microsoft inventara uno para prevenir que las mujeres comieran por ansiedad, un nuevo sostén inteligente ha provocado debates.
Se trata del “True Love Tester Bra”, de la compañía japonesa de lencería Ravijour.
La publicidad dice que esta prenda “salvará a las mujeres” del acoso de hombres en los que no tengan interés, negándose a ser desabrochado a menos de que detecte que los latidos del corazón se ajustan a un patrón que califica como “amor verdadero”. La ciencia detrás de esta tecnología no es mencionada en los anuncios, que muestran solo una gráfica en color rosa y señalan que “cuando una mujer se enamora sus pulsaciones varían”.
El sostén tiene un sensor incorporado que se conecta a través de Bluetooth a una aplicación en el smartphone de la dueña, mide los latidos del corazón y envía una señal que abre la prenda cuando alcanza el ritmo que está clasificado como “amor”.
La prenda debe suponer un obstáculo para cuando las mujeres no quieran tener relaciones sexuales y alguien intente forzarlas.
Pero el problema y lo que ha generado la controversia es que este sostén es muy poco práctico. Primero, no se hace mención de la forma en que este de desabrocha una vez que la mujer que lo usa llega a casa y quiere cambiarse.
Es probable que la aplicación contenga un botón con esta función, pero la publicidad no la revela (y, si es así, ¿qué tal si otra persona toma el smartphone y quiere jugar una broma?). En segundo lugar, los creadores de esta peculiar prenda, que incidentalmente son dos hombres, asumen que la mujer solamente quiere tener relaciones sexuales con su verdadero amor, y que este nunca va a ser un “patán” (de los que se supone la salvan).
Y ¿qué pasará si la mujer está del humor correcto y con la persona correcta, pero no en el lugar correcto? Cualquier muestra pública de afecto podría transformarse en una apertura accidental.