Sonido Gallo Negro, un proyecto en busca de nuevas texturas musicales

Hace 11 años, el grupo Sonido Gallo Negro inició su camino musical apostando por el rock acompañado por ritmos psicodélicos, incluso,  fue cuestionado, porque el género se ha visto eclipsado por distintas posturas de gente que aseveran que el verdadero rock ha muerto o que discuten si debe ser contestatario; también ha sido criticado por hacer una mezcla con cumbias peruanas y surf; no obstante, actualmente se posicionan como una de las bandas más novedosas y con sonidos que llegaron para quedarse y ser bailados.

A lo largo de este año y medio de confinamiento ha buscado experimentar con distintas texturas musicales, que si bien, no serán cambios tan radicales, pues conservan algunas que sus seguidores conocieron con canciones como “Cumbia espantamuertos” o “Santa Bárbara”, sí marcarán un cambio significativo para la agrupación.

Así llega “Silbadora” tema exprofeso que realizaron en colaboración con Molly Lewis, el cual marcará un nuevo rumbo para Sonido Gallo Negro.

“El público aquí en México estaba habituado a nuestro lado cumbiero, más arrabalero, pero el ritmo sigue siendo muy latino. Sí era un poco arriesgada la composición hecha especialmente para ella, con el fin de que fuera una melodía bastante pegadiza en cuestión del silbido. Este es el trabajo que hemos estado desarrollando dentro de la pandemia porque se trata de ir avanzando a cuentagotas”, relata Gabriel López, fundador y guitarrista de la banda, a Reporte Índigo.

El confinamiento dificultó la continuidad musical que ya venían trabajando desde hace años y obligó a los integrantes de la banda a un descanso forzado que implicó trabajar más el aspecto creativo en el estudio y sacar a flote el álbum Cumbiademic, el cual reunirá todos los sonidos y exploraciones musicales que crearon durante este tiempo de pandemia.

“Este disco está obedeciendo a los sucesos actuales, afortunados o desafortunados; nuestro último disco se llamó Futuro incierto, porque teníamos un presentimiento. En México, la verdad no se ve un panorama claro, pero mientras, con Cumbiademic estaremos lanzando en algún streaming los sencillos, todo lo que saquemos esta temporada se bautizará bajo este hilo de trabajo, más adelante se verán reflejados todas las cosas que pudimos retratar sónicamente en nuestras cabezas mientras estamos encerrados”, detalla.

El reto, comenta Gabriel, es grande, pues, además de experimentar con sonoridades, de escribir y componer, quieren seguir en contacto con su público nuevo y consentir al de antaño, ver sus reacciones, pues sólo así, considera, es como concluye su propuesta artística.

“La pandemia nos hizo reflexionar mucho, queremos avanzar, no estar siempre amarrados al estereotipo de tocar cumbia, digo, nos gusta y lo hemos hecho así, pero estamos en esa encrucijada. Justamente también eso es un reto, como dicen, a veces, las canciones de Alex Lora ‘el chiste no es cómo hacer bailar a la gente, sino mantenerse vigente’ y pensando otras alternativas, entonces, estamos en eso en conservar la identidad de la banda, pero al mismo tiempo a dar algo más”, reflexiona.

Volver a los escenarios

Como muchos de los músicos en la actualidad, su mayor anhelo es regresar a los escenarios, estar cerca de sus seguidores y tener esta retroalimentación con ellos, principalmente en la Ciudad de México, y aportar su granito de arena a la escena. Además, con su música buscan incidir positivamente en el estado de ánimo de la sociedad mexicana y aportar algo más desde su trinchera.

Por el momento tienen varias propuestas de espectáculos en vivo, posiblemente, declara, se haga una en octubre, sin embargo, aún no cuentan con fechas confirmadas. Pero, lo que sí puede adelantar es que realizarán una presentación de manera virtual.

Durante este recorrido por nuevas sonoridades, Gabriel confiesa que la pandemia les provocó una “oxidación”, algo que cree también influyó en todos los músicos a nivel global, pero, personalmente él ha obtenido muchos conocimientos musicales y ha tenido oportunidad de conocer más sus capacidades a nivel profesional.

“Los instrumentistas no deben de dejar pasar mucho tiempo porque es su profesión, yo lo soy, pero no a nivel profesional, entonces me permití desarrollar otros estudios musicales, ahora quiero retomarlo para justamente planear este regreso a los escenarios. Subimos de peso en la pandemia y es un reflejo de esta situación social, pero la participación de los músicos es moral y espiritual, sin embargo, siempre tiene que haber un llamado a seguir adelante”, reitera.

Para Gabriel, como músicos, deben motivar a la humanidad, sobre todo a su público mexicano, incitarlos a “salir del hoyo” y poco a poco regresar a la “normalidad”.

El Sonido Gallo Negro en el cine

Además del lanzamiento de este sencillo, Sonido Gallo Negro ha participado en la música del documental de Gabriel Santander, Un mundo sin Toledo, el cual se estrenó el pasado 22 de marzo; igualmente ha estado involucrado en la música de la película Black is beltza, de Fermín Muguruza, ya disponible en Netflix.

“Nos gusta y estamos felices de trabajar en la parte fílmica, por eso también es que Gallo Negro tiene muy poca lírica, hemos crecido escuchando y haciendo soundtracks con nuestras otras bandas, en las películas del oeste, entonces esta incursión fílmica se ha dado precisamente por nuestra ausencia de discurso lírico que, a la vez, nos jugaba en contra, pero lo resolvemos con coros pegadizos para que la gente lo recordara, se vuelva poderoso y así los cineastas pudieran aprovechar nuestras canciones y potenciarlas”, abunda.

Esta incursión al mundo de los soundtracks les permite experimentar más rumbos creativos, pues les implica seguir investigando, pisar terrenos desconocidos y así poder seguir renovándose. Durante sus 11 años de carrera, una de las mayores enseñanzas que han aprendido es que no deben defraudar a la música.

“Mientras no cambies tu fórmula, no cambies el proceso, vas a seguir con lo mismo, por más que cambies la letra y los acordes, el resultado va a ser el mismo, entonces, nosotros, de acuerdo con nuestras posibilidades, intentamos siempre renovarnos, es parte de las enseñanzas que la música nos ha dejado, nunca hay que defraudar a la música, no hay que ser perezoso, ni dejar ningún detalle al aire”, relata Gabriel López.

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