Sonidos que endulzan

La frase “es música para mis oídos”, ya no aplica sólo para “ellos”, porque ahora los expertos indican que también lo es del sentido del gusto. 

 

El sonido de la comida es parte de la gastronomía, al menos eso es lo que dicen algunos investigadores de esta rama y hasta mejora la experiencia a la hora de ingerir los alimentos.

Fabiola Zurita Fabiola Zurita Publicado el
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Al escuchar ciertos tipos de música se puede acentuar o realzar el sabor de los platillos
Una vez que sabes esto, puedes buscar música que tenga ciertas características para mejorar la degustación” 
Charles SpencePsicólogo

La frase “es música para mis oídos”, ya no aplica sólo para “ellos”, porque ahora los expertos indican que también lo es del sentido del gusto. 

 

El sonido de la comida es parte de la gastronomía, al menos eso es lo que dicen algunos investigadores de esta rama y hasta mejora la experiencia a la hora de ingerir los alimentos.

 

De acuerdo con un estudio el sonido crujiente de una papa frita hasta la música de fondo en un restaurante, llega hasta nuestros oídos y papilas gustativas y éstas envían señales que viajan por la red de neuronas en el cerebro.

 

Ha sido comprobado que los sonidos juegan un importante papel cuando de alimentos se trata. Y que incluso empieza antes de que un pequeño bocado toque los labios.

 

No es por el aroma

 

Muy seguramente ya te habías dado cuenta de esa sensación pero se la atribuías al aroma que despiden los alimentos, pero desde el sonido cuando se pone la carne al asador o se fríe en la sartén nos prepara para lo que viene: el banquete.

 

“Los chefs, gastrofísicos y neurogastrónomos resaltan la importancia de lo crujiente y crocante en los alimentos”, según relata Charles Spence, psicólogo experimental de la Universidad de Oxford, a la BBC.

 

“Son atributos que nos gustan mucho en la comida pero solemos pensar que es algo que sentimos en la boca cuando mordemos. Y de hecho la investigación muestra que el impacto del sonido es igual o mayor y es lo que nos lleva a disfrutar más los platillos”, reveló el especialista.

 

Sonido fuerte: mal sabor

 

Sin embargo el sonido fuerte es como un mal vino. Los expertos aseguran que “si el sonido es alto suprime nuestra habilidad de sentir intensamente el sabor”. Y como ejemplo ponen la comida que se sirve a bordo de los aviones.

 
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