Sonrisas engañosas

La próxima vez que tu pareja no entienda que estás de mal humor y tu sonrisa es falsa, no la culpes. Investigadores españoles descubrieron que es muy fácil confundir ese gesto con uno real

Las expresiones faciales son la manera más sencilla de identificar cómo se sienten las otras personas. Pero estas no siempre son precisamente claras.

¿Te ha pasado que te preguntan si estás de mal humor cuando solamente estás cansado o pensando? Algo similar pasa con las sonrisas.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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La próxima vez que tu pareja no entienda que estás de mal humor y tu sonrisa es falsa, no la culpes. Investigadores españoles descubrieron que es muy fácil confundir ese gesto con uno real

Las expresiones faciales son la manera más sencilla de identificar cómo se sienten las otras personas. Pero estas no siempre son precisamente claras.

¿Te ha pasado que te preguntan si estás de mal humor cuando solamente estás cansado o pensando? Algo similar pasa con las sonrisas.

De acuerdo a investigadores de la Universidad de La Laguna, que han realizado tres reportes sobre la capacidad que tiene  la sonrisa para distorsionar la habilidad deductiva de las personas, esta es uno de los gestos más engañosos de los humanos.

“Es un típico ejemplo de expresión ambigua, de la que es difícil deducir un estado emocional”, explica el experto David Beltrán. 

“Juega un papel clave en reconocer la felicidad de los demás, pero no siempre que sonreímos estamos contentos”, agrega Beltrán.

Su investigación pretendía descubrir qué tan fuerte es la influencia de la sonrisa en la emoción transmitida, aún si otras partes de la cara no corresponden con un sentimiento positivo. Es decir, querían saber si la sonrisa era suficiente para hacernos pensar que una persona es feliz, independientemente del resto de su expresión.

Los científicos crearon caras combinando bocas sonrientes y ojos que reflejaban sentimientos distintos. Compararon las percepciones de las imágenes en las que las expresiones coincidían, y aquellas en las que los ojos no transmitían felicidad.

“La influencia de la sonrisa depende del tipo de instrucción que se haya dado a los participantes”, señala Beltrán.  Y añade que cuando se les pedía detectar las expresiones, la sonrisa era muy importante.

Pero si la tarea era reconocer la emoción, buscaban detalles de los ojos. A pesar de ello, 40 por ciento de los participantes calificaron expresiones ambiguas como “felices”.

Según los autores, la razón por la que la sonrisa confunde es porque llama mucho la atención y es lo primero que se nota. Otros estudios recientes han sugerido que si la primera mirada a la cara de una persona se enfoca en la sonrisa, es más fácil clasificarla como feliz que si se ve cualquier otro elemento. 

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