La vida en prisión no es sencilla. Y en Estados Unidos conseguir medios para entretenerse tampoco lo es… situación que ha sido muy conveniente para Sony.
Desde hace 15 años venden a los comisarios, encargados de las tiendas en las que los prisioneros pueden comprar artículos que no son proporcionados por la institución, un radio análogo con el modelo SRF-39FP, que desde entonces es el que más circula entre esos muros.
Las ventajas del SRF-39FP son muchas. Solo requiere una pila AA para funcionar por 40 horas, a diferencia de los dispositivos digitales que necesitan hasta el doble. Además, el radio en sí es barato, pues cuesta menos de 30 dólares.
Como se diseñó especialmente para este mercado, está rodeado de plástico transparente para evitar el contrabando. Según The New Yorker es tan común dentro de las prisiones como lo fue el iPod en su auge fuera de ellas.
El uso de estos dispositivos juega un papel importante en la calidad de vida de los presos, pues no solo pueden escuchar música, enterarse de las noticias y el clima, sino que incluso les sirven para escuchar las televisiones dentro de la prisión. El sonido de estas es transmitido a una frecuencia específica.
Por otro lado, tener un radio les permite mantener su privacidad durante cierto tiempo. Así como conservar el sentido de sí mismos con un poco de espacio personal, aunque no sea físico.
Los reclusos piensan que es de mala suerte llevarse su radio cuando salen libres, así que estos se heredan y circulan durante años. Por ello, encontrar ejemplares del SRF-39FP fuera de la cárcel es muy difícil.