El anillo de la discordia

La tormenta aún no termina, y es que después de que en 2016 se diera a conocer que las cenizas del difunto arquitecto mexicano Luis Barragán fueron convertidas en un anillo de compromiso para Federica Zanco, esto sólo fue el inicio del desprestigio para la artista encargada del proyecto, la estadounidense Jill Magid.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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De octubre, fecha en la que terminará la exposición
“La solicitud de remover una parte de las cenizas del arquiteco, en eso no participó la artista, fue la familia Barragán”
Cuauhtémoc MedinaCurador
‘Una carta siempre llega a su destino’ contará con 38 artículos distribuidos en seis núcleos
Habrá mesas redondas durante la exposición para debatir acerca de la sortija, Magid estará presente
El anillo de compromiso hecho con las cenizas de Luis Barragán fue diseñado para Federica Zanco
“Todo mundo tiene derecho de pensar que no debería estar ahí (el anillo), quien sea, pero la decisión de que se exhiba en el museo tiene una forma institucional muy clara (…)”
Cuauhtémoc MedinaCurador a cargo del montaje en el MUAC

La tormenta aún no termina, y es que después de que en 2016 se diera a conocer que las cenizas del difunto arquitecto mexicano Luis Barragán fueron convertidas en un anillo de compromiso para Federica Zanco, esto sólo fue el inicio del desprestigio para la artista encargada del proyecto, la estadounidense Jill Magid.

La discusión entra en calor ahora más que nunca en la Ciudad de México, ya que el próximo jueves 26  de abril la exposición “Una carta siempre llega a su destino”, de Magid, a realizarse en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM traerá la controversial pieza de joyería que fue realizada con los restos mortuorios exhumados el 23 de septiembre 2015 sin la autorización de la Secretaría de Salud en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, según publicó en su momento la revista New Yorker.

De la llegada de esta pieza que contiene 525 gramos de las cenizas de Barragán a la Ciudad de México, empezó una lluvia de cartas petitorias a la UNAM para hacer un llamado de atención, mismas que Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la máxima casa de estudios ha respondido de que no hay un riesgo jurídico que impida su exhibición, de otra manera se tomarían las restricciones de parte de los herederos y los inconformes como un acto de censura.

“Todo mundo tiene derecho de pensar que no debería estar ahí (el anillo), quien sea, pero la decisión de que se exhiba en el museo tiene una forma institucional muy clara y esto es lo que permite que las exposiciones –y eso sería lo deseable– se discutan y juzguen después de ser vistas”, comenta Cuauhtémoc Medina, curador a cargo del montaje en el MUAC, en entrevista para Reporte Indigo.

La muestra estará disponible en el inmueble ubicado en Ciudad Universitaria hasta el ocho de octubre en las salas cuatro y cinco, donde no sólo se desplegará la sortija, también habrá más piezas de la artista de la Unión Americana.

La pluralidad primero

Ante el morbo, la polémica desatada y el derecho a la crítica, la UNAM organizó una serie de mesas redondas en las que estará presente Magid para discutir acerca de la obra, tanto con los detractores de la exposición y los que defienden la obra.

“Las mesas de reflexión que se han planteado, no son un circo de los opositores y los expositores, es un espacio donde se puede discutir de manera, creo que inteligente, las aristas que tiene este proyecto”, aclara vía telefónica.

La primer mesa de diálogo se llevará horas antes de la inauguración de la exhibición el 27 de abril con la presencia de Magid, tres representantes de quienes se oponen y tres organizadores de la muestra, tres foros más se llevarán a cabo entre la apertura y el cuatro de mayo.

Entre los indignados por tal creación está el escritor Juan Villoro, que expresa “Barragán era católico y abominaba el ornamento”, Elena Poniatowska que ha calificado de “anillo necrofílico” a la joya que además “me permite recordar las largas entrevistas con un arquitecto diamantino”, en una columna de opinión de La Jornada.

Magid y el fuego cruzado

La estadounidense no tenía el propósito de generar escozor y provocación al realizar el anillo, su propósito estaba dirigido hacia otra intención, más hacia el cuestionamiento de propiedad intelectual de la obra de Luis Barragán, según narra Medina.

“Ella estaba buscando generar una obra que tuviera el poder de descolocar, por decir así, la relaciones de protección, de propiedad y de valor que involucra la posesión de los artículos en manos de la fundación Vitra y de Federica Zanco”, dice el curador.

Además devela que Magid no fue quien solicitó las cenizas de Barragán, fueron parte de los sobrinos a favor de la idea quienes removieron parte de los restos del arquitecto de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

“La solicitud de remover una parte de las cenizas del arquitecto, en eso no participó la artista, la familia Barragán fue la que solicitó eso, es una cuestión que los detractores de Magid le han querido reprochar a ella y a todos los que hemos participado en alguna relación con ella, pero no viene al caso, no es nuestra cuestión”, afirma.

¿El arte como morbo intelectual?

Pareciera que entre el escándalo, la disputa familiar entre quienes le sobreviven a Barragán y el revuelo mediático se está perdiendo el enfoque de que al final del día, lo que se buscaba hacer con el anillo era un objeto de arte, más que sólo tener el morbo cautivo de la comunidad intelectual de México.

“Está perdiéndose algo, esta es una obra inscrita en un largo recorrido de otras obras y de cómo funciona el legado de Barragán en la Barragán Foundation (…) es decir, se ha perdido como sociedad el entender esta obra en su dimensión completa”, enuncia Medina con respecto a que Magid buscó entrar al acervo del arquitecto vendido a Zanco y Rolf Fehlbaum en 1995 a siete años del fallecimiento de Luis Barragán.

La pareja, que pagó una suma que ronda los 3 millones de dólares, ha reiterado que la reproducción del legado del artista jalisciense es ilegal.

Magid ha estado en constante comunicación con Zanco a lo largo del tiempo, quien el 31 de mayo del 2016 le externó a la mujer de origen italiano que intercambia la pieza titulada “La propuesta” por el derecho de que el archivo de Barragán se haga público y regrese a México, de no aceptarse el trato el anillo seguirá recorriendo el mundo en exhibiciones.

Más allá de la sortija

La pieza de controversia realizada por Magid no es la única que va a mostrarse en el MUAC, ya que la exposición “Una carta siempre llega a su destino” tendrá 38 artículos en su totalidad y distribuidos en seis núcleos que revelan el proceso de evolución del proyecto comenzado en 2013.

Magid busca cuestionar hasta qué punto es justo que una corporación sea dueña o controle el legado de un artista como lo fue el arquitecto  Luis Barragán, ya que en ese año intentó acceder al archivo que posee Zanco, pero le fue negada su petición.

Ella también será ceniza

La artista Jill Magid espera dejar un legado bastante similar al que ha creado con las cenizas del arquitecto Luis Barragán tras su muerte, ya que su obra “Autorretrato pendiente” muestra una sortija de oro vacío, inconclusa, y que con al menos 450 gramos de ceniza se puede crear el diamante que formará parte de la joya.

Esta pieza fue creada en 2005 y también estará presente en la exhibición del MUAC. El que las cenizas de un difunto se conviertan en un diamante llama la atención en la sociedad mexicana, pero existen compañías que realizan este proceso desde principios del siglo XXI y tienen su mayor demanda en algunos países asiáticos.

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