SpaceX: Una misión no tan ‘equis’

La conquista del espacio ha sido históricamente una carrera encabezada por los gobiernos de Estados Unidos y Rusia, con la participación más reciente de Europa, Japón, China y Brasil.

Pero eso está por cambiar… aunque no todo ha salido perfecto. A 0.5 segundos de despegar, el sábado se abortó el lanzamiento de Falcon 9, el cohete de SpaceX que llevaría a Dragon, la primera cápsula espacial comercial, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI).

De tener éxito, Dragon se convertiría en la primer astronave en atracar en la EEI bajo una misión respaldada por el programa de Servicios Comerciales de Transportación Orbital (COTS, por sus siglas en inglés) de la NASA. El objetivo es que vehículos espaciales privadas llenen el espacio que han dejado los vehículos obsoletos de la NASA.

La conquista del espacio ha sido históricamente una carrera encabezada por los gobiernos de Estados Unidos y Rusia, con la participación más reciente de Europa, Japón, China y Brasil.

Pero eso está por cambiar… aunque no todo ha salido perfecto. A 0.5 segundos de despegar, el sábado se abortó el lanzamiento de Falcon 9, el cohete de SpaceX que llevaría a Dragon, la primera cápsula espacial comercial, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI).

Después de reparar la falla, todo indica que hoy la astronave de SpaceX debe estar en el espacio en camino de encontrarse con la EEI.

¿Por qué nos tendría que importar el éxito o fracaso de esta misión? A grandes rasgos, porque redefiniría la manera en que se financian los proyectos espaciales.

SpaceX podría demostrar que una empresa privada puede reunir los recursos suficientes como para iniciar proyectos comerciales independientes en el espacio, lo que abriría la puerta no solo a viajes turísticos extravagantes hacia la Luna o Marte, también se pondrían en marcha servicios de apoyo como la transportación de astronautas. Servicio que, por falta de recursos y recortes en los presupuestos, las agencias espaciales –como la NASA– ya no han podido realizar.

De ahí la importancia de SpaceX, empresa fundada y financiada por Elon Musk, un joven multimillionario que amazó una fortuna con PayPal, el sitio que permite realizar transacciones monetarias a través de Internet.

Ahora Musk apuesta con cientos de millones de dólares en la inversión por la carrera privada por el espacio.

No por nada lo comparan con Tony Stark, “Iron Man”.

¿Inversión o despilfarro? 

Ir al espacio es muy caro, como ejemplo están los 100 mil millones de dólares que ha costado mantener a la EEI. En época de crisis económica mundial, es difícil que los estados-nación sigan manteniendo los presupuestos necesarios para atender exploraciones espaciales, cuando los problemas terrenales demandan más recursos.

El reajuste de presupuestos ha obligado a la NASA, la otrora dominante agencia espacial estadounidense, a pedir la participación del sector privado para poder llevar astronautas al espacio. Aunque firmas como Boeing o Lockheed Martin son dos de las empresas que desde hace varias décadas construyen y diseñan los cohetes que usa esta agencia, el financiamento siempre ha sido proporcionado por los gobiernos.

Para dimensionar el recorte de recursos, basta comparar los años del boom de la exploración espacial en medio de la guerra fría. La NASA destinó de 1963 a 1969 el equivalente a 200 mil 414 millones de dólares (al valor del dólar en 2007, previo a la crisis financiera mundial). En 1966, el gobierno estadounidense destinó un histórico 4.41 por ciento de su presupuesto a la NASA, algo así como 32 mil millones de dólares.

En cambio, de 2006 a 2012, el presupuesto de la NASA asciende a 121 mil millones de dólares, casi la mitad de lo que se gastaba en la década de los 60. En promedio, en los últimos siete años Estados Unidos ha destinado el 0.60 por ciento de su presupuesto a la NASA.

Actualmente la astronave rusa Soyuz es la única con la capacidad de llevar astronautas al espacio, pero a un costo de 450 millones de dólares al año. Según la revista The Economist, será hasta el año 2020 cuando Rusia estrene otra astronave capaz de transportar astronautas. La incapacidad tecnológica y de recursos en los gobiernos han frenado la exploración espacial.

Dos figuras emblemáticas se oponen o no creen que firmas privadas tengan la capacidad de llenar este hueco: Neil Armstrong y Gene Cernan, el primer y el último hombre –respectivamente– en pisar la Luna.

Si SpaceX tiene éxito, demostrará que el modelo privado puede llenar ese “agujero negro” que hay en la exploración espacial. 

Minería Espacial

La exploración de minerales se traslada al espacio: http://bit.ly/IU2Dsl

Para los amantes del espacio

Sitio oficial de SpaceX: http://www.spacex.com

Inversionistas espaciales 

Seis hombres que mezclan su talento en el mundo de la tecnología o el cine, con su pasión por el espacio.

— Elon Musk 
Fundador de PayPal y SpaceX

— Eric Anderson
Cofundador de Space Adventures

— Peter Diamandis
Fundador y director de X PRIZE Foundation

— Larry Page
Cofundador de Google, inversionista de Planetary Resources

— Erich Schmidt
Presidente Ejecutivo de Google, inversionista de Planetary Resources

— James Cameron
Director y productor de cine, inversionista de Planetary Resources

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