Spotify a la corte

El tema de litigios para Spotify no es nuevo en las cortes estadounidenses, ya que la proveedora de música en línea ha sufrido demandas desde finales del 2015, y todo debido a su ausencia en el pago de regalías a quienes tienen sus canciones dadas de alta en la plataforma.

David Lowery, de las bandas Camper Van Beethoven y Cracker, demandó a Spotify por la suma de 150 millones de dólares (mdd) alegando que el servicio de streaming ha reproducido y distribuido sus composiciones de manera ilegal y sin la obtención de las licencias adecuadas.

En menos de dos semanas, el servicio ha acumulado otra demanda de derechos de autor, en esta ocasión ha sido por parte de Melissa Ferrick, cantautora del género folk, nacida en Massachussetts.

Dentro del oficio se especifica que Ferrick demanda a Spotify por 200 mdd ¿las causas?, prácticamente las mismas que aclara Lowery, el uso indebido de la música sin pagar las regalías correspondientes.

Spotify no ha respondido de manera directa a las solicitudes de estos artistas independientes, pero ha declarado con anterioridad que ha pagado más de 3 mil mdd en regalías a compositores, cantantes y disqueras.

Aunque parece que el litigio mayor se vive con la compañía de servicio sueca, otros servicios de streaming también han ido a parar a la corte, tal es el caso de Google Play y Rhapsody, que han pagado pocas regalías.

Por su parte, la banda de la década de los ‘60, The Turtles, ha demandado a servicios como Pandora y Sirus XM, los cuales en 2014 mostraron su descontento en el uso de su música por la falta de pago de las regalías.

Pero la inconformidad y los roces con Spotify no se limitan a los artistas independientes quienes, en ocasiones, parecieran insignificantes frente al imperio discográfico dominado por cantantes con reconocimiento internacional. Pues hay figuras de éxito comercial y masivo que también están inconformes con Spotify, por lo que han eliminado su música de la plataforma.

Thom Yorke, Taylor Swift, Björk, Adele, entre otros, han removido sus canciones o han limitado sus discos en el streaming, ya que alegan falta de respeto a la integridad de su arte y la duda de que la paga compense económicamente de manera ecuánime a productores, compositores o creadores musicales.