Cuando el guionista Scott Neustadter se ocupó en la historia de 500 días con ella, recordó lo que le ocurrió con su última novia: Jenny Beckman. Ella fue la que le reventó el corazón, situación que lo tumbó en una profunda depresión.
Por ello, al inicio de la cinta, el narrador revela una irónica advertencia que marca el sentido de la historia: Cualquier semejanza con personas vivas o muertas es pura coincidencia. Especialmente tú, Jenny Beckman. Perra.
ADVERTENCIAS
A modo de cuento clásico, el narrador establece desde un principio que Summer no es una chica común. Este personaje fue establecido así con base en Jenny Beckman.
De acuerdo con Neustadter, ella era una chica particular, dado que no le gustaba establecer etiquetas a las relaciones. Además, después de conocerse en la Escuela de Economía de Londres, ambos compaginaron en cuanto a gustos literarios y musicales.
Por ende, Summer es una calca de Jenny. Y el guionista determina, cuando menos, tres advertencias que ella le expresa, directa o indirectamente, a Tom.
Primera advertencia
Cuando Tom platica con Summer en la fiesta del trabajo, en la que ambos cantan en el karaoke, la chica deja en claro lo que quiere y lo que piensa del amor:
Además, Summer alega que ella no cree en el amor, pues le parece una fantasía. Y, para sorpresa de Tom, ella confiesa que ha tenido novios y jamás ha estado enamorada.
Segunda advertencia
Cuando Tom y Summer comienzan a salir y convivir asisten a IKEA, la famosa tienda sueca de muebles. Ahí, ella le establece muy bien lo que ella quiere.
Sin embargo, para este punto de la película, Tom ya estaba enamorado de Summer, quien siempre aclaró que solamente le gustaría que fuesen amigos.
Tercera advertencia
Tras haber terminado, Tom intenta regresar con Summer y, aparentemente, le ha escrito varios correos pues ella ha dejado de trabajar donde solía estar.
Pero, de nuevo, en de las respuestas de Summer, ella escribe una postdata muy concisa: espero que podamos seguir siendo amigos.
TOM, EL AFERRADO
Tom no era sordo, ni ciego. Él escuchó, desde el principio, lo que Summer pensaba acerca del amor y las relaciones. Pero, en lugar de asimilarlo decidió aferrarse a su deseo personal y sus sentimientos.
Lo anterior, también fue justificado por Scott Neustadter, quien dijo que Jenny Beckman tenía un magnetismo increíble. Algo que se nombra como Efecto Summer en el filme.
SUMMER, LA EGOÍSTA
Sí, Tom fue egoísta al aferrarse a una idea que sólo él tenía. Pero más egoísta fue Summer, ya que el primer contacto afectivo lo da ella cuando un día, mientras ambos sacan copias, ella se acerca y de la nada lo besa.
Y sí, todos tenemos la libertad de pensar cómo queramos y de ser felices, pero eso no nos da el derecho de lastimar a otros. Summer sabía muy bien que le gustaba a Tom, por lo que era poco probable que ese improvisado beso no fuese correspondido.
Si Summer sabía que Tom creía en el amor y ella no, ¿por qué lo besó? Ella no podía esperar que Tom pensara igual que ella. Este beso improvisado no hizo más que ilusionar a Tom.
El hecho de que podamos besar a alguien más, aunque sepamos que no queremos algo serio, no nos da el derecho de hacerlo.
ESCENA CLAVE, LA SOLUCIÓN
Tóxico fue la palabra del año 2018 y alude, en primer término, una actitud distorsionada que envenena las relaciones. Por lo que el gran perdedor aquí es Tom, ya que sus malinterpretaciones sobre las respuestas de Summer fueron asumidas como una realidad.
Esto se aprecia en una escena clave del largometraje: Tom lleva a Summer a su apartamento y están a punto de tener relaciones sexuales. Él le pide un momento para ir al baño, ella accede.
Frente al espejo, un ojeroso Tom se habla a sí mismo y se repite una y otra vez que lo que está a punto de suceder es algo casual, ya que la chica se lo dejó en claro.
¿Siguiente escena? Tom sale por la mañana de su apartamento cantando y bailando, enamorado de una chica que ya le había dejado en claro que no quería nada y a pesar de que él mismo estaba consciente de que se trataba de algo casual…
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