Tapara, el rinconcito más venezolano de México

Si se pudiera señalar a una persona por el amor que demuestra hacia su país, esa sería Joseth Yurima Ramírez, una mujer de origen venezolano que le comparte a México los sabores con los que creció y la hicieron la mujer que es hoy.

Hace sólo tres semanas abrió Tapara, en calle Belisario Dominguez Número 27, Colonia del Carmen, Coyoacán, y en sus ojos refleja la felicidad que le causa ir a su local todos los días desde las siete de la mañana para comenzar a preparar los platillos típicos venezolanos.

Sus dos amigos le ayudaron a adapar el local que con esfuerzos había rentado, y en el que ha ido acostumbrándose día con día.

“Siempre quise tener un lugar que se llamara Tapara. ¿Por qué Tapara? Además de que fonéticamente es bonito cuando dices tacos, pan y arepa, Tapara es un recipiente para guardar agua, es una planta que se da en Latinoamérica y se conoce como totuma, también. Aparte que me reccuerda a mi país”, admite Jos.

La gente que visite Tapara logrará percibir que mientras Joseth hace lo que más le gusta, que es cocinar, notará frascos con una etiqueta en la que se lee el nombre del local, hay algunos que tienen salsa estilo nápoles con champiñones, y otros que tienen berenjeas. Los dos productos son hechos por la venezolana.

Cuando Joseth termina de preparar una empanada, un tequeño, un pastelito o un perro caliente, siempre dará tips para comerlo como en su país natal lo consumen.

“Los paisanos que ya me conocen esperan que tenga toda la comida de todas las regiones del país, que podría tenerlas si tuviera una cocina más grande, pero me enfoqué en lo común, en lo que se come en todo Venezuela todos los días”, cuenta Jos.

Tapara arrancó con empanadas, arepas, pastelitos y tequeños y un menú de comida corrida al estilo venezolano al que ellos llaman menú ejecutivo. En una ocasión tuvo pisca andina, una especie de sopa que lleva pollo y verduras con una base que tiene un toque de leche.

“Yo no concidero a las personas que vienen como clientes, yo trato de aprenderme sus nombres, de conocer sus gustos porque (desde ese momento) forman parte de mi círculo de amigos. Para mí cocinar es una manera de demostrar amor. Yo no podría preparte algo que yo no me comería, jamás podría hacerlo.

“Quiero que cuando la gente venga a comer aquí, los venezolanos recuerden esos sabores que se nos quedaron atrás, y que el mexicano descubra nuestros platillos, pero que los descubra bien, porque mi intensión es enseñarle a comer los sabores de Venezuela, no comida chafa”, admite Joseth, mientras prepara un perro caliente con repollo, zanahorita, guasacaca, queso parmesano y papaas fritas encima.