La muerte no le roba a los humanos a sus seres queridos, sino que los guarda e inmortaliza en el recuerdo, eso es justo lo que hizo Temple of the Dog, la banda que sin pensarlo creó un tributo a la muerte encabezado por los vocalistas de Soundgarden y Pearl Jam.
El primer encuentro entre Chris Cornell, líder y vocalista de Soundgarden, y Eddie Vedder, quien ese entonces era sólo otro chico de Seattle intentando hacerse un lugar en la creciente escena de la música Grunge, es un episodio poco conocido en la historia del rock.
A Cornell y Vedder los unió la muerte de Andrew Wood en 1990, vocalista de Mother Love Bone, una banda cuyo nombre puede decir muy poco, pero que en su interior albergaba a Mike McCready, Stone Gossard y Jeff Ament, futuros integrantes y fundadores de Pearl Jam.
Wood y Cornell eran grandes amigos desde mediados de los 80, principalmente porque compartieron departamento mientras intentaban hacerse de un nombre en el Rock, por lo que tras la muerte del vocalista de Mother Love Bone por sobredosis, Cornell quedó profundamente dolido.
Cornell encontró en la música la manera de lidiar con la muerte de su amigo, entre 1990 y 1991 escribió dos canciones, Say hello 2 heaven y Reach Down, piezas que fueron grabadas por los futuros integrantes de Pearl Jam y algunos de Soundgarden, bajo el nombre Temple of the Dog.
A la par de esto, los exintegrantes de Mother Love Bone buscaban a nuevo vocalista para seguir con su proyecto musical, Vedder mandó unas cintas con muestras de su voz, las cuales enamoraron inmediatamente a los músicos, quienes lo citaron para una audición.
Temple of The Dog ya había grabado algunos temas del disco, cuando Vedder aterrizó desde San Diego en Seattle para audicionar para la banda que se convertiría en Pearl Jam, el vocalista causo tan buen impresión que terminó como segundo vocalista en dos temas del disco en grabación.
Cornell, un músico ya consolidado y que ocupaba la cima del rock junto a Kurt Cobain, ha narrado en diferentes ocasiones la fascinación que causó en él la voz de Vedder y lo fácil que fue grabar junto a éste, pese a ser, en ese entonces, un vocalista tímido e inexperto.
La leyenda cuenta que Cornell experimentaba problemas para grabar la canción Hunger Srike, por lo que los músicos propusieron que Vedder la cantara con él a dueto, el vocalista de Soundgarden quedó estupefacto por la naturalidad con la que fluyó la grabación.
Hunger Strike se convirtió en un duelo vocal entre los que pasarían a la historia como dos de los mejores vocalistas de Grunge, a partir de allí la historia entre Soundgarden y Pearl Jam, así como de Vedder y Cornell, fue prácticamente inseparable.
La crítica alabó a Temple of the Dog, sin embargo, los miembros decidieron no continuar con el proyecto, era como si el destino los hubiera reunido única y exclusivamente para rendir un profundo y sentido homenaje póstumo a su amigo Andrew Wood.
Meses después Soundgarden y Cornell continuaron su carrera con gran éxito, mientras que Pearl Jam y Vedder se consolidaron por varios años seguidos como la mejor banda del mundo, además que tras la desaparición de Nirvana, ambas agrupaciones se volvieron las cabezas del Grunge.
La muerte no se lleva a las personas, sino que las inmortaliza en el recuerdo, que no sorprenda a nadie si en las próximas semanas Temple of the Dog o alguna banda similar se conforma para rendir un homenaje póstumo a Cornell.
Parte de esta historia fue contada por sus protagonistas en el documental por el aniversario número 20 de Pearl Jam.
