Cuando una chica con talento y actitud sale de Harlem, Nueva York, tarde o temprano el mundo tendrá que ponerle atención.
Azealia Banks apareció al final de 2011 de manera intempestiva en la lista de lo mejor del año con “212”, una colaboración con el DJ Lazy Jay. Su presentación “en sociedad” con el video en blanco y negro, la facilidad para rapear y soltar frases ácidas por segundo, llamó la atención de la crítica que de inmediato incluyó el track en sus listas.
Pero Azealia ya había entrado en el radar de la industria desde 2009 cuando solía llamarse “Miss Bank$”. Gracias a que trabajó el track “Seventeen” con Diplo, el productor más “caliente” del momento, llamó la atención de sellos discográficos como XL Records, la pequeña casa disquera que tiene a Adele.
Pero después de pasar un mal rato con XL, decidió estampar su firma con Polydor/Interscope para lanzar su primer EP “1991”, que no solo es el año que nació (tiene 21), también le imprime un estilo dance noventero que ha sido todo un éxito en Europa.
Azealia es el objeto de deseo de portadas de revistas (saldrá al mismo tiempo en Spin y Dazed & Confused) y de firmas de moda (cantó en una fiesta de Karl Lagerfeld).
Este éxito ha sido gracias a tan solo cuatro canciones que conforman su EP debut. Los meses más recientes han sido un viaje en ascenso para la originaria de Harlem. De haber hecho un video icónico –pero sumamente austero– como lo fue “212”, ahora la vemos montando a caballo en “Liquorice” o con prendas de moda bajo el agua en “Van Vogue”.
Si no la conocías, no te preocupues: no podrás librarte de la temporada de Azealia.
