Terapia de ‘memes’
Si hay un deporte que tiene la capacidad de hacer reír, llorar, cantar y gritar, es el futbol. Así que no fue sorpresa que, tras la eliminación de la Selección Mexicana de la Copa del Mundo 2014, los aficionados se hundieron en una profunda depresión colectiva.
Bastó con ver los rostros de los aficionados en la TV al finalizar el partido contra Holanda, que con lágrimas en los ojos intentaban lidiar con la derrota que estuvo a minutos de ser victoria.
Ana Paulina Valenciahttps://www.youtube.com/watch?v=p40wos8ipO4
Si hay un deporte que tiene la capacidad de hacer reír, llorar, cantar y gritar, es el futbol. Así que no fue sorpresa que, tras la eliminación de la Selección Mexicana de la Copa del Mundo 2014, los aficionados se hundieron en una profunda depresión colectiva.
Bastó con ver los rostros de los aficionados en la TV al finalizar el partido contra Holanda, que con lágrimas en los ojos intentaban lidiar con la derrota que estuvo a minutos de ser victoria.
Varios factores contribuyeron. Primero, los representantes de México pasaron de ser un equipo que fue al Mundial de casualidad –y gracias a Estados Unidos–, a uno que prometía triunfos.
Y no solamente prometía llegar a octavos, sino que muchos mexicanos ya se veían en la final, o por lo menos en semifinales. Cuando el pase a cuartos fue arrancado de México en los últimos minutos del partido contra Holanda, la decepción fue fortísima.
Memes como antidepresivos
Muchos dijeron que si no hubiéramos comenzado ganando, el dolor hubiera sido menor. Otros opinaron que nunca debimos tener esperanzas –“si ya saben cómo somos, ¿para que se emocionan?”– y otros cuantos prefirieron no hablar el tema.
Por suerte para los más dolidos, las redes sociales, la creatividad y el humor de sus usuarios entraron al rescate.
Todo comenzó con el hashtag y sus memes correspondientes con el emblema: #NoEraPenal, que traspasó las fronteras de lo virtual y comenzó a meterse en conversaciones casuales e incluso juntas profesionales. Los mexicanos encontraron en el meme una forma de compartir su dolor, y de identificarse con otros en la misma situación para apaciguarlo.
Las imágenes de situaciones cotidianas adaptadas al luto mexicano, referencias a las equivocaciones del presidente Enrique Peña Nieto –que en las bromas decía #NoEraTouchdown, pero en su cuenta de Facebook usó la frase de todos–, Carmen Salinas, niños llorando y parodias de escenas de películas hablando sobre el tema llegaron a todos los rincones de la Red. Y los mexicanos se sintieron mejor por ello.
¿Consuelo o alargamiento?
El psiquiatra Juan Vives Rocabert dijo en entrevista con Al Momento que la depresión colectiva tiene un carácter especial: termina pronto.
“Los públicos son muy especiales, porque así como depositan a veces el honor patrio en un equipo de futbol, y luego este honor queda bastante maltrecho cuando ese equipo no pasa a la siguiente ronda, también es cierto que pronto se olvida”, expresó.
Pero a pesar de que la depresión colectiva suele durar menos que la que sufre una sola persona –quizá, precisamente, por los elementos sociales involucrados– es probable que, así como transmiten el consuelo a través de bromas, las redes sociales también ocasionen que el dolor persista.
El fenómeno del “contagio emocional” puede actuar en cualquier dirección, y hacernos sonreír o llorar según la tendencia que predomine en las personas con las que tenemos contacto.
Y si a más de una semana del partido determinante se sigue sufriendo por el tema, y seguimos pensando que #NoEraPenal, no es aventurado preguntarse cuánto más tendremos que esperar para que la herida cierre, o si las redes sociales la mantendrán abierta por mucho tiempo (o hasta el próximo Mundial).
Por ahora, tendremos que conformarnos con endulzar la amargura de la derrota con imágenes que nos saquen una sonrisa, y una que otra lágrima.
> No son solo los mexicanos
Costa Rica está de luto. Tras haber perdido en cuartos de final contra la selección holandesa, los ticos llenaron Internet de furia contra el árbitro y contra Robben. Y ovacionaron a su selección, que alcanzó un avance histórico en Brasil 2014.ç
> Ni solo los aficionados
En el 2011, el suicidio de Gary Speed, entrenador de la selección galesa, conmocionó al mundo. El exfutbolista de 42 años tenía una vida que parecía ser ideal: una esposa, dos hijos y una exitosa carrera.
Pero Speed sufría una fuerte depresión y una encuesta publicada por la revista británica Four Four Two a principios del 2013, reveló que el problema es generalizado en el gremio.
La revista entrevistó a 100 jugadores profesionales anónimos de Inglaterra y Escocia, y encontró que 78 por ciento de ellos cree que la depresión es un problema importante en su profesión.
Aunque hay varios factores que entran en juego, y algunos no están relacionados con el futbol, el estudio descubrió que el ambiente hostil en los vestidores –donde predomina el racismo y la discriminación a los homosexuales–, así como eventos estresantes como estar lesionados, una derrota humillante o haber sido eliminados de un torneo, contribuyen a que los futbolistas desarrollen este padecimiento.