Tiroides, la amenaza de las mujeres
La presencia de esta glándula es más frecuente en las personas de edad madura, y debido a que muchas veces los pacientes no perciben algo inusual en su cuerpo, dejan pasar diferentes síntomas, como piel seca o anemia
Fernanda MuñozEn México, los problemas de tiroides afectan a tres de cada mil mujeres mayores a 50 años (dos por ciento). Debido a ello, el médico internista Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala la importancia del chequeo continuo, como el perfil tiroideo o la prueba de tamizaje.
La probabilidad de padecer tiroides se incrementa con la edad, hasta llegar a 14 por ciento por cada mil mujeres de 75 a 80 años, y se ha registrado 10 por ciento de los casos en población general mayor a 60 años.
No obstante, subraya el especialista en medicina interna, no hay una cultura de prevención para estas alteraciones, que se presentan en una proporción de tres mujeres por cada varón. En hombres, la proporción es de sólo 0.6 por ciento de cada mil.
“Debe tratarse con tiempo por ser una glándula endócrina que rige la mayoría de las funciones vitales de nuestro organismo. Si no funciona de manera correcta, todo el organismo se perturba”, puntualiza el académico.
Entre otras funciones, la tiroides controla la frecuencia cardiaca, temperatura corporal, motilidad intestinal y metabolismo.
El principal trastorno que la afecta se denomina hipotiroidismo, que consiste en la producción insuficiente de hormona tiroidea, y algunos de sus síntomas son intolerancia al frío, piel seca, anemia, cabello quebradizo, enlentecimiento de los latidos del corazón, afección renal, alteraciones en el estado de ánimo y capacidad de reacción lenta.
Además, los pacientes pueden presentar voz ronca, sin que haya dolor de garganta o fiebre, cara abotagada y estreñimiento. “Todas son manifestaciones clínicas que deben tomarse en cuenta, pues la enfermedad no se manifiesta con un solo síntoma”, advierte.
Mendoza Álvarez explica que el hipotiroidismo se divide en primario y secundario; el primero, debido a tiroiditis de Hashimoto, es el más común, con 99 por ciento de los casos. El secundario aparece cuando en la hipófisis se produce una cantidad insuficiente de hormona liberadora de tirotropina (estimulante de la tiroides).