El sueño ácido de toda persona fanática de la ciencia hoy es más que un chiste convertido en videojuego.
¿Recuerdan el diálogo entre el narrador y Tyler Durden en “El Club de la Pelea” (1999), cuando discuten sobre contra qué personaje histórico estarían dispuestos a partirse la cara? Bueno, pues algo muy similar ahora es posible.
“Science Kombat” es un juego de peleas disponible en plataforma web, que reúne a ocho de los más reconocidos científicos de todos los tiempos: Nikola Tesla, Albert Einstein, Marie Curie, Charles Darwin, Isaac Newton, Alan Turing, Pitágoras y Stephen Hawking para luchar inclusive con poderes especiales.
La irreverente idea fue una ocurrencia del brasileño Diego Sanches, quien meses atrás presentó GIF animados en su portafolio web. Fue tanto el furor que desarrolló el juego junto con la revista Super Interesante.
A ‘golpes’ entra la educación
Más que violenta, la plataforma es divertida y no muestra sangre en sus imágenes. Y mientras se cargan las peleas se presentan fragmentos científicos de los estudiosos mencionados.
Y es que, además de tirar puñetazos y patadas karatekas, los eruditos pueden usar poderes especiales con la combinación de teclas, los cuales son propios de sus descubrimientos, invenciones o fórmulas matemáticas.
Por ejemplo, Newton utiliza la gravedad de las manzanas para atacar a la distancia a su oponente, Alan Turing puede invocar a un robot, Marie Curie hace uso de los elementos de Polonio y Radio para levitar o aventarlos como materia radioactiva, respectivamente.
Un desafío contra Dios
Si se elige el modo de torneo, el jugador irá peleando de manera individual contra los ocho sabios de la ciencia, si llegara la derrota, citas inspiracionales de otros colegas del gremio incitan al cibernauta a seguir.
En caso de que se logre vencer al cuerpo colegiado, la batalla final se libra contra Dios, quien se presenta como una divinidad levitante de túnica blanca y va mutando entre Thor, Anubis y Ganesha.
Está disponible en la página de la revista y pronto tendrá su versión móvil.