Tom Wolfe, el penúltimo nuevo periodista
La muerte del periodista y novelista Tom Wolfe a sus 88 años de edad por una neumonía nos recuerda que la generación que dio vida a lo que hoy se conoce como “nuevo periodismo” está a punto de extinguirse, pues el último de sus representantes que queda es Gay Talese
Daniel Centeno M.Mucho tiempo antes de que la Fundación para e l Nuevo Periodismo Iberoamericano armara un ejército de plumillas con miras a renovar las redacciones de habla hispana, un grupo de norteamericanos ya había puesto patas arriba un estilo de periodismo narrativo bajo la consabida metodología del ensayo y el error.
Truman Capote, Norman Mailer, Hunter S. Thompson o Michael Herr fueron unos de sus nombres más señeros. Tom Wolfe también lo fue. El tiempo verbal no es un error de “tipeo”. Con Wolfe todos los nombres antes escritos forman parte de un camposanto.
Hoy a los 88 años el dandy de Richmond dejó de respirar, y con él miles de obituarios como éste “deben” aparecer en los medios.
La razón: desde que todos ellos comenzaron a llenar de tinta las hojas, se hizo una obligación leerlos, destripar sus técnicas y entender el oficio si de verdad se le respeta con juicio. La enseñanza fue vital: rebelarse ante el anquilosamiento de la pirámide invertida y trastocar caracteres e ingenio para “contar” y no sólo “dar” la noticia.
De todos, Tom Wolfe fue el metódico, el que vio la mina de oro para delimitar las fronteras del movimiento. Su libro ‘El nuevo periodismo’ se convirtió en un texto de consulta y en un volumen imprescindible para su feligresía. Pese a que Michael L. Johnson había escrito unas páginas con idéntico título, y mejor documentación, el de Wolfe siempre fue el oficial, el despachado por uno de sus protagonistas y en donde el entomólogo de reporteros jugó a hacer memoria y antología con sus compañeros de fatigas. También fue el más anfibio.
El lector de Wolfe solía ser más esnob que acucioso. Sus libros llegaron al nervio de la burguesía neoyorquina sin importar que éstos fueran dedicados a ese mismo grupo, al que a su vez, el autor podía pertenecer, verbigracia, ‘La izquierda exquisita & mau-mauando el parachoques’ o ‘¿Quién teme al Bauhaus feroz?’ Y no sólo eso.
Sus coqueteos con la ficción, en la que también fue un autor solvente en ventas, afortunado en traducciones y abundante en los adelantos recibidos, le hicieron engordar lomos como la novela ‘La hoguera de las vanidades’, que hasta contó con una olvidable adaptación cinematográfica a cargo de Brian De Palma.
Quizás Tom Wolfe fue el más esquivo de su generación para ser enseñado en las aulas de periodismo de Latinoamérica. Solían nombrar a la santísima trinidad que él consideraba esencial para armar cualquier buen trabajo dentro de su estilo en el nuevo periodismo: cuidado al detalle, muchos diálogos y asunción del punto de vista. No obstante, era difícil que sus libros pudieran entenderse en estas latitudes.
Wolfe era un hombre enamorado de la onomatopeya y los juegos de palabras que, en una menor medida que los palíndromos, son alérgicos a cualquier tipo de traducción. Quizás las realidades que retrataba como autor y periodista también distaron de todas la naciones en donde se empleara la letra ñ. Con lo cual se hizo cada vez más esencial nombrarlo que leerlo por estos lados.
Como ha sucedido con los crooners, ya no existe Sinatra, Martin o Davis Jr. En el Nuevo Periodismo han muerto los más duros. Con la partida de Wolfe quizás no sea una excepción pensar que el último de esa raza sea Gay Talese. El mismo que, al igual que está sucediendo con la voz del superviviente Tony Bennett, soltó algunos gallos éticos con ‘El motel del voyeur’.
Una gran era se está cerrando.
El mejor de los viajes
A dos años de cumplir nueve décadas sobre la faz de la Tierra, el periodista y novelista Tom Wolfe falleció de neumonía en un hospital de Nueva York. A Wolfe la muerte no lo espantaba. Un hecho que dejó en claro con una de sus frases más recordadas: “La muerte es el último viaje, el más largo y el mejor”.
A pesar de la tristeza que embarga a muchos de sus seguidores tras darse a conocer la trágica noticia, el autor de ‘La hoguera de las vanidades’, ‘El nuevo periodismo’ y ‘Todo un hombre’ entre muchas otros obras, ha dejado un legado como pocos para ser recordado.
La obra del apodado “padre del nuevo periodismo” tuvo presencia a lo largo de más de cinco décadas, durante las cuales no sólo incursiono en el “oficio más hermoso del mundo” sino que también se cubrió de éxito con varias de sus novelas que llegaron a ser ‘best-sellers’ y que, incluso, se llevaron a la pantalla grande.
Su éxito profesional también se vio reflejado a través de los premios y reconocimientos con los que fue galardonado, entre los que se encuentran: La Medalla Nacional de las Humanidades, el Premio Nacional del Libro, el premio Dos Passos y la Medalla Wilbur Cross.
Además fue nombrado miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
A pesar de sus aciertos y triunfos, la carrera de Wolfe también se vio revestida por la polémica, especialmente con la publicación de lo que fue su último libro ‘The Kingdom of speech’ (El reino del lenguaje), donde arremete contra Charles Darwin y Noam Chomsky.
Redactado con su clásico estilo lleno de sarcasmo, la crítica lo clasificó como un relato irresponsable y lleno de falsedades.
Sin embargo, después de su muerte, este es un tema que queda para ser analizado por los que aún siguen aquí, pues el autor, ya se encuentra en “el mejor de los viajes”.
Cronología
1957
Se gradúa del doctorado en Estudios Estadounidenses de la Universidad de Yale.
1961
Gana un reconocimiento por su cobertura en Cuba.
1962
Empieza a trabajar en ‘The Herald Tribune’ como reportero de temas de la ciudad de Nueva York y comienza su labor como cronista social.
1965
Wolfe publica una recopilación de sus artículos bajo el nombre “The Kandy-Kolored Tangerine-Flake Streamline Baby”.
1987
Publica su primera novela, ”La hoguera de las vanidades”, reconocida por el público volviendose un bestseller.
1990
Su libro, “La hoguera de las vanidades” tuvo su adaptación cinematográfica, interpretada por Tom Hanks.
2010
Es reconocido con el Premio Nacional del Libro.
2016
Publico su polémico libro “The Kingdom of Speech”.