Trabajadoras del hogar no son inmunes
Organizaciones de la sociedad civil velan por los derechos laborales y de salud de las trabajadoras del hogar ante la pandemia de coronavirus, pues cubren horas extra, cuidan a los niños de la casa, no tienen seguro social y hay riesgo de despido
Luz Rangel¿Cómo ser una casa justa en tiempos de Covid-19? El Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar (Sinactraho) recibe más de cinco reportes al día sobre la violación a los derechos laborales o de salud. Las llamadas acusan dos extremos: despido o explotación.
“Estamos preocupados por la situación de las compañeras porque desafortunadamente el desconocimiento o la inconsciencia por parte de los empleadores hace que no estén respondiendo pese a que es su obligación dotarlas de todos los derechos”, menciona María de la Luz Padúa, secretaria general colegiada del Sinactraho, en entrevista con Reporte Índigo.
A algunas trabajadoras del hogar se les está descansando sin pago y sin notificación de cuándo se van a volver a presentar.
“Hemos escuchado que muchas de las empleadoras se asustan porque no quieren que las trabajadoras del hogar vayan. Es muy fácil decir quédese en su casa o ya no quiero que venga y cuando regresa ya no tiene empleo”, dice a Reporte Índigo Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (Caceh).
A otras les exigen más labores de limpieza y desinfección que las hacen cubrir horas extra por las que no tienen remuneración. Incluso hay a quienes se les solicita disponibilidad de horario las 24 horas.
“Se les está haciendo trabajar jornadas muy extensas porque los empleadores solicitan repetir las mismas actividades de limpieza y de desinfección rebasando las ocho horas de su jornada de trabajo, sin pago de horas extra”, expresa la secretaria general colegiada.
Un riesgo para la salud es que los empleadores les piden usar productos químicos sin darles uniforme o guantes y tapabocas que las protejan de intoxicaciones.
Además, las trabajadoras del hogar podrían tener una tarea adicional ante la emergencia sanitaria del coronavirus: cuidar a los niños de la casa. La Secretaría de Educación Pública (SEP) adelantó y extendió las vacaciones de Semana Santa en todos los niveles educativos. A partir de hoy, viernes 20 de marzo, y hasta el 20 de abril, los estudiantes ya no irán a clases.
“El trabajo de los niños ahora que no tendrán clases va de extra, entonces hay que priorizar. Es importante reflexionar y valorar lo que implica estar en una casa que requiere limpieza y con niños que hay que cuidar y que no recaiga todo este trabajo en las mujeres”, invita la directora de Caceh.
Bautista señala que en muchos casos el trabajo de una empleada del hogar ya implica labores de cuidado de personas enfermas o adultos mayores, grupos de población más vulnerables al Covid-19.
“Nosotros recomendamos cuidar la salud para que no salgan afectadas, hacer caso a las medidas que nos están proponiendo. Buscamos que tengan a la mano gel, guantes y tapabocas porque muchas también tienen enfermedades crónicas como la diabetes. El problema es que no todas las trabajadoras del hogar tienen seguridad social”, lamenta.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informaron que hasta febrero había 16 mil 397 derechohabientes inscritos en el Programa Piloto para la Incorporación de Personas Trabajadoras del Hogar.
¿Trabajadoras del hogar en cuarentena?
Tanto Caceh como Sinactraho buscan visibilizar los derechos de las trabajadoras del hogar para ellas mismas y sus empleadores, aún más ante la pandemia del coronavirus porque ellas no son inmunes.
“Más que pensar cómo va a estar la casa o quién va a cuidar a los niños, hay que saber que todos estamos corriendo riesgo. Lo necesario es tomar conciencia de qué tanto nos puede afectar a todos, estamos hablando de vidas humanas”, argumenta Marcelina Bautista.
María de la Luz Padúa advierte que una de las preocupaciones de las trabajadoras del hogar es quién va a cuidar a sus hijos durante la suspensión de clases, labor que probablemente realice otra mujer, ya sea familiar o vecina.
“La mayoría de las compañeras cumplimos esta doble jornada, tanto en la casa donde laboramos como en el cuidado de nuestros hijos. Las clases se van a suspender este viernes y la preocupación es quién va a cuidar de sus familias en lo que ellas están trabajando”, comenta la secretaria general colegiada.
La directora de Caceh señala que las trabajadoras del hogar tienen que salir de su casa y trasladarse a su lugar de empleo, lo que va en contra de la medida de aislarse y optar por el sano distanciamiento.
“Hay que seguir las recomendaciones, pero también hay que tener iniciativa propia de prevenir. ¿Vamos a encerrarnos hasta que la empleadora quiera o hasta que alguien esté enfermo? Es importante tomar medidas desde ya, porque eso va a ayudar a aminorar los contagios”, sugiere.
Por eso, el Sinactraho está haciendo un llamado tanto a los empleadores como al Gobierno federal para que ofrezcan soluciones.
“Desde el sindicato hemos dado a conocer las problemáticas que esto genera, el cuidado de nuestros hijos y familiares se queda en el olvido porque tenemos que cumplir con un trabajo en el cual está condicionado nuestro pago al día o semanal”, reclama María de la Luz Padúa.
Las activistas por los derechos humanos piden a los empleadores que al menos negocien los horarios y los recorten para evitar desplazamientos en horas pico en el transporte público; distribuyan las tareas entre los integrantes de la familia e incluso les paguen durante la cuarentena aunque no acudan a trabajar a las casas.