Tras los escombros de la mente y la identidad
El monólogo Protocolos para lanzarse al vacío cuenta la historia de un joven que, como resultado del bloqueo emocional generado por la muerte de su padre, padece el Trastorno de Identidad Disociativo; el protagonista explica la importancia de fomentar estos proyectos para enfatizar en la importancia de la salud mental
José Pablo EspíndolaUn joven arquitecto de 24 años ignora lo que ocurrió en las últimas 72 horas. Ante el terror de la pausa en su memoria, se sumerge en los escombros de su mente, pero sólo halla huecos, temporalidades caóticas y hechos confusos que lo llevan a cuestionarse quién o quiénes han tomado el control de su existencia, de su identidad.
Lo anterior se cuenta en la obra de teatro Protocolos para lanzarse al vacío, con la que el actor Erick Israel Consuelo y el dramaturgo Hugo Wirth se introducen en la mente de quien padece Trastorno de Identidad Disociativo, TID, antes llamado Trastorno de Personalidad Múltiple.
“Creo importante que en estos tiempos al espectador hay que hablarle de algo que conocemos, de una necesidad particular para poder conectar; entonces, decido buscar a Hugo para hablar de la pérdida, de cómo la de un ser querido trae consecuencias, al grado de perder la identidad”, asegura Consuelo.
El proyecto surge a raíz de la beca Creadores Escénicos, del Fonca, que Erick Israel tuvo en 2015 y con la que convocó a Hugo Abraham Wirth a escribir una obra a manera de laboratorio, ya que él trabaja de una manera muy personalizada con los actores.
Después de cuatro meses de laboratorio, partiendo de la pérdida del padre de Consuelo, Wirth se encerró otros meses para terminar la dramaturgia de este proyecto y hablar de este trastorno del que poco se sabe, pero que es más común de lo que se piensa.
Estudios de la UNAM demuestran que cada vez aumentan los casos de TID en México, principalmente en entidades como Chihuahua, Michoacán y el Estado de México. Este padecimiento se da generalmente en la infancia por bloqueos emocionales derivados de un evento traumático, como puede ser el abuso sexual, o por eventos violentos, como los que registran estos tres estados de la república.
“Yo soy del Estado de México, de Tlalnepantla de Baz, y es un estado donde se vive la violencia a cada rato, de ahí viene la necesidad de hablar de este tema y, en particular, sobre la salud mental, que no es algo que se aborde, porque existen muchos tabúes sobre ella. Con el simple hecho de decir ‘voy a ir al psicólogo’ se te cataloga como ‘loco’, cuando en realidad es mucho más complejo que eso”, comenta el actor.
La compañía teatral está convencida de la importancia de fomentar la cultura de atender la salud mental, así como cuando una persona enferma de gripa o de cualquier otra enfermedad, “atender nuestras emociones y nuestra psique es importante”, recalca Israel Consuelo.
Entrelazando historias de pacientes con Trastorno de Identidad Disociativo
Para poder realizar este monólogo, Erick Israel Consuelo recurrió a pacientes con este padecimiento y se nutrió de su experiencia.
“Es un chico cuyo nombre no sabemos, un joven arquitecto que se encuentra en una crisis, porque no sabe qué fue lo que sucedió en las últimas 72 horas en su vida. Hay lagunas, temporalidades, brincos, no sabe qué fue lo que sucedió realmente. Dentro de las personalidades que se encuentran en él está una mamá, un papá muerto, una figura de porcelana, su parte infantil y una personalidad naciente con tendencias al coaching con superación personal”, platica el actor.
El personaje sufre de este padecimiento, pero lo normaliza como parte de su vida, como una forma de enfrentar la crisis de no saber qué es lo que tiene.
El diseño sonoro, la iluminación, la robótica, la electrónica y el video arte son herramientas de las que echa mano Hugo Wirth para reconstruir este acercamiento ficcional que se nutre de la realidad y hablarle al público presente de esta problemática.
“Nos valemos de estos recursos para reconstruir un poco el universo que sucede en las mentes de las personas que padecen este trastorno, como la confusión, los saltos de tiempo y este desconocimiento; de pronto, el espectador va a encontrarse con vacíos en la historia, pero también verá elementos que se mueven, que no sabrá si se movieron del todo o no, se trata de poder distorsionar la percepción de la realidad”, explica Consuelo.
También, dentro del proyecto la ilustración juega un rol importante, ya que el personaje principal es arquitecto y a través de dibujos va descubriendo su personalidad base y va reconstruyendo la historia que ha olvidado.
Al ser un tema de salud y científico, Protocolos para lanzarse al vacío también se ha vinculado a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM (DGDC) a través de la Gira con Ciencia, que han abrazado y apoyado el proyecto.
Protocolos para lanzarse al vacío es una obra para mayores de 13 años, enfocada principalmente a adolescentes y adultos. La idea es que llegue a la mayor cantidad de personas con el fin de fomentar el acercamiento para atender la salud mental.
“Es un drama donde al final el público podrá reflexionar sobre el universo que está viviendo para tomar decisiones sobre nuestra vida. Es una obra que más allá de ser entretenida y de platicarnos lo que la gente vive con el trastorno, nos va a permitir el meternos, aventarnos un clavado a nuestras emociones, a lo que hay dentro, a hurgar en nosotros mismos”, opina el actor.
Dibujos con historias
Detrás de los dibujos que se presentan en el montaje está “Lore”, una chica que sufre Trastorno de Identidad Disociativo, es mexicana, y tiene un canal de Youtube (“Long Soul System. Transtornos Disociativos”).
Su preocupación por lo que padece y la mala y poca información que hay sobre TID, la llevó a generar este canal para poder comunicar a la comunidad hispana datos confiables. Su trabajo le ha permitido construir una red de personas que tienen el trastorno para apoyarse entre ellas.