Tres Cero Tres, resistencia de espacios independientes

Las plataformas en línea para impartir clases y lanzar campañas de recaudación son la forma de sobrevivir de espacios como Tres Cero Tres, el cual está dirigido por mujeres enfocadas en prácticas corporales y pensamiento contemporáneo
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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Las plataformas en línea para impartir clases y lanzar campañas de recaudación son la forma de sobrevivir de espacios como Tres Cero Tres.

¿Eres de los que prefieren ejercitar su cuerpo y se olvida de su mente? ¿Te imaginas que puedas lograr ambas prácticas?

La exploración desde y por el cuerpo, así como la reflexión teórica, genera conocimiento y otros tipos de relación con uno mismo, con el otro y, por lo tanto, con el mundo. Esa es la visión que tiene Tres Cero Tres, un centro de prácticas corporales y pensamiento contemporáneo.

El espacio surgió hace cuatro años en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, en este 2020 está por cumplir su quinto aniversario. Sin embargo, la emergencia sanitaria por el coronavirus ocasionó su cierre temporal y la amenaza de que sea definitivo.

“Tuvimos que cerrar las puertas desde el primer momento porque no podíamos tomar la medida de sana distancia debido a lo que nos dedicamos, que son las prácticas corporales. Eso nos pone en una situación bastante vulnerable a nosotras que somos un centro independiente y que no recibimos fondos que nos puedan solventar los pagos”, menciona en entrevista Rosa Castillo, una colaboradora de base.

La aportación mínima es de 100 pesos y la recompensa es el acceso a 20 clases en línea por un mes

La nómina de las seis integrantes del equipo base y los 17 profesores y profesoras regulares tiene que cubrirse, así como los gastos de renta, luz, agua e Internet. Por ello, las mujeres que dirigen Tres Cero Tres lanzaron una campaña en Donadora y, como recompensa a los aportes, ofrecen clases grabadas en línea o personalizadas en vivo.

“Son varios meses (mínimo tres meses) los que no vamos a poder generar recursos para sostener nuestro espacio y la micro economía interna de quienes trabajamos ahí”, dice la campaña cuya promotora es Lizzeth Tecuatl, del equipo base.

Tres Cero Tres también ofrece laboratorios artísticos para apoyar creaciones e investigaciones. La meta es juntar 250 mil pesos y muchas de las aportaciones vienen de este gremio.

“Es la misma comunidad precarizada, pero siendo honestas, no vamos a cumplir la meta si sólo ellos nos comparten, necesitamos otro tipo de ayuda. Yo haría un llamado a todos los demás para que vean la importancia de apostar por proyectos que tienen otras visiones”, comenta en entrevista Raivelis Ochoa, del equipo base.

Tres cero tres feminista

Este espacio no sólo resiste a la pandemia. También lo ha hecho ante los pocos sitios dirigidos por mujeres y la necesidad de formas distintas de abordar la relación entre cuerpo y mente.

Tres Cero Tres se asume abiertamente feminista no sólo con las prácticas corporales y el pensamiento contemporáneo, también con los eventos para los cuales rentan el espacio.

“Nuestro enfoque es el cuerpo y la mente y nosotras como mujeres feministas también nos posicionamos políticamente desde ahí”, afirma Rosa Castillo.

Raivelis Ochoa explica cómo esto ha sido también una dificultad, aun cuando las personas de todos los géneros pueden integrarse a sus actividades.

“Nos describimos feministas, pero ya por eso la gente cree que excluimos a los hombres, que somos radicales, que tienes que ser feminista para formar parte de la comunidad”, platica.

Son 20 clases las que ofrecen, por ahora vía digital, entre las cuales están diferentes tipos de yoga y danza, pilates, técnicas de equilibrio y movimiento y defensa personal.

“Todo lo de pensamiento contemporáneo está enfocado a los seminarios antirracistas, feministas y decoloniales. Además de que son impartidos por mujeres que trabajan desde el cuerpo, porque dentro del feminismo es algo central, es nuestro primer territorio a recuperar”, precisa, por su parte, Castillo.

Las mujeres del equipo se encargan de gestionar el espacio repartiendo las tareas que tienen.

“Somos una pequeña red y nos ayudamos muchísimo entre nosotras para mantenerla. Nos hacemos comida, rentamos juntas, hay un trabajo que se puede ver como si estuviera súper sólido y sí, pero eso nos cobra facturas económicas”, lamenta Ochoa.

Competir con gimnasios tradicionales

Muchos capitalinos se preguntan cuándo reabrirán los gimnasios, pero las autoridades de la Secretaría de Salud (SSa) aún están especificando las condiciones de apertura. Contra estos espacios también ha resistido Tres Cero Tres.

“No quiero imaginarme cómo se van a abarrotar ahora que la gente está aumentando de peso, van a tener publicidad y promociones que van a poder sostener”, expresa Raivelis Ochoa.

Y es que la oferta de actividades de prácticas corporales y pensamiento contemporáneo no busca reducir tallas o llegar a las medidas estandarizadas para los cuerpos.

Los gimnasios, cuando te inscriben, te preguntan cuánto quieres bajar de peso. Nosotras nos dimos cuenta de la falta de un espacio que tuviera otra perspectiva y que pudiera acotar las prácticas desde otra visión que va más allá del fitness y el verse bien
Rosa CastilloIntegrante de Tres Cero Tres

Al contrario, en Tres Cero Tres la preocupación de los docentes de diversas disciplinas es la seguridad y la actitud de los alumnos.

“Abordamos el cuerpo desde la seguridad que se puede sentir si te apropias de tu movimiento, más allá de que quieras tener un objetivo de ponerte buenísima. La actitud de goce es la que nosotros promovemos, no te vamos a dar las grandes virtudes que vende el mercado como tales, por ejemplo el vientre plano”, argumenta.

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