Este lunes, Amazon y Twitch emitieron anuncios independientes en los que revelaban que la empresa encabezada por Jeff Bezos adquirirá el sitio favorito de los gamers por 970 millones de dólares.
La compra se concreta tras meses de especulación, en los que los fanáticos de Twitch –una plataforma de streaming de videojuegos, en la que se desarrollan torneos y juegos comunitarios– estuvieron a la expectativa de saber si Google adquiriría a la empresa.
Los rumores solo adquirieron fuerza desde mayo, cuando comenzaron a recorrer la red, y las reacciones fueron extremas. Mientras unos pensaban que la adquisición sería positiva porque permitiría al sitio crecer, otros temían que las estrictas regulaciones de Google respecto a los derechos de autor fueran a limitar sus posibilidades.
El miedo no era completamente infundado, ya que la empresa tiene antecedentes de cambiar plataformas con sus muy estrictas reglas. Este fue el caso de YouTube, en el que millones de videos han sido censurados por contener siquiera esbozos de contenido protegido.
En los videos de “gameplay”, en los que los usuarios comparten algunas de sus mejores jugadas, la música de fondo, así como algunas de las imágenes, suelen estar sujetas a copyright.
Sin embargo, parece ser que los dueños de Twitch están seguros de la decisión de tomar la oferta de Amazon.
“Los elegimos porque creen en nuestra comunidad, comparten nuestros valores y nuestra visión a largo plazo y quieren ayudarnos a alcanzarla más rápidamente”, aseguró el CEO de Twitch, Emmett Shear. “Mantendremos casi todo igual: nuestras oficinas, empleados, marca e independencia. Pero con el apoyo de Amazon tendremos los recursos para traerles un Twitch aún mejor”.
Los beneficios serán mutuos, ya que la plataforma, que surgió como un asociado del ahora desaparecido Justin.TV, tiene cerca de 55 millones de usuarios activos mensuales.