Originario del barrio de Brooklyn, forjado en Staten Island, entre la droga y el pandillerismo, en la década de 1980, Lamont Jody Hawkins (U-God) supo perfecto cómo fue crecer siendo discriminado a causa del racismo. Lo vio con sus abuelos y con sus padres al ser de raza negra en Estados Unidos.
Hawkins decidió tomar el micrófono y volverse un poeta de la calle. En su andar conoció a otros que también eran juglares del ritmo y junto a Method Man, RZA y GZA, entre otros, fundó Wu-Tang Clan, en 1991. Con su música rapera harían un reflejo de Nueva York, de sus calles del crimen y del contraste con la clase opulenta.
Aunque desde la música Hawkings (quien se autodenomina U-God) ha hecho una narración de su realidad, opina que el racismo es difícil de mitigar a través del arte, pero sigue haciendo rap y viviendo del hip-hop; sintiéndose un poeta musical.
Encarcelado por posesión de drogas y armas de fuego, U-God se perdió el lanzamiento del disco debut de la agrupación de raperos, Enter the Wu-Tang (36 Chambers), en 1993. Su arrepentimiento se hizo latente y después de décadas de llevar una carrera en la música, se puso a escribir sus memorias para publicarlas el año pasado en inglés.
Para el músico, el rap está en una constante evolución, ya que observa que esta industria continúa su camino como cuando él comenzó. Comenta que sigue habiendo talentos que se convierten en superestrellas, por ejemplo, Megan Thee Stallion, quien cree que será la siguiente Cardi B o Nicki Minaj.
“El rap siempre va a evolucionar, aunque no ha cambiado, sigue siendo lo mismo desde que empezó, la gente se vuelve popular, canta frente a una audiencia y conoces nuevos fans. Yo soy un poco old school, escucho lo mismo casi siempre, pero me gusta Meghan Thee Stallion, ella es nueva y está hablando de cosas cabronas”, comenta en entrevista.
Respecto a cómo el reguetón está inundando el mercado musical, U-God dice que aunque no es de su música preferida, puede llegarle a gustar alguna canción, pero reconoce que tiene una audiencia cautiva.
“El reguetón tiene a sus seguidores, no a todos le gusta, pero a muchos sí. Así es como es. No podría decir que sea el rap de estos días, la música va a atraer a quienes se dejen atraer por ella, no tengo ninguna guía o una mirilla para decir ‘esto va a atraer a estas personas’, simplemente te gusta o no”, agrega.
Trump, el chico dorado
Durante la entrevista, U-God pide que se dirijan a él como “señor Hawkings”. Charlando de manera desenfadada y con palabras altisonantes, el neoyorkino se considera apolítico cuando se le cuestiona sobre el actual presidente estadounidense, pero sí recuerda algo claramente de Donald Trump, su barrio lo respalda.
“No puedo decir nada de él, pero sé que es de Nueva York y previo a que fuera presidente, era un hombre regular, el Golden boy(chico dorado) de los neoyorquinos, tiene todavía esa cualidad, entre toda esta mezcla de locura que ha pasado”, menciona.
Respecto a los conflictos fronterizos que suceden entre México y Estados Unidos por la situación migratoria, el artista opina que su nación ya no está en condiciones para recibir a más gente.
“Tienen que detener esto, dejar de pelear, básicamente es eso, ¿nosotros tenemos las respuestas? No, no lo creo ¿Debe de entrar más gente a Estados Unidos? No lo creo, en nuestro país ya hay demasiada gente para alimentar y mantener, hemos llegado a un número que se vuelve caótico”, asegura U-God.
U-God extraña a los grandes del rap
Siete años han pasado desde que Adam “MCA” Yauch falleció a causa de cáncer y con su muerte llegó el cierre de los Beastie Boys, trío de Brooklyn que se distinguió por impulsar la escena del rap desde un nicho fuera de lo afroamericano.
Lejos de sentir enojo por lo que hizo la banda de hip-hop, Hawkings reconoce la pérdida de Yauch y dice que sus melodías ausentes lo siguen marcando hasta ahora.
“Vaya que extraño a los Beastie Boys, ellos eran un excelente grupo, yo crecí en el mismo barrio que ellos, eran de mi gueto, nos llegamos a topar seguido y no importaba si tenían la voz correcta, eso vale mierda, era muy buena música la que hacían, qué bueno que están en el Salón de la Fama del Rock and Roll”, dice, entre sonrisas, U-God.
La mezcla interracial que se presenta en Nueva York, entre latinos, italianos, negros y más regiones del mundo, le ha dado un significado especial a la vida de U-God, quien ha transitado por las calles del bajo mundo de la Gran Manzana.
U-God opina que el racismo es difícil de mitigar a través del arte, pero eso no lo detiene para siguir haciéndolo
“Cuando me mudé a Nueva Jersey, ahí me topé de lleno con el racismo, porque me discriminaban por tener una novia blanca, pero en fin, sí extraño a estos chicos, también a Ol’ Dirty Bastard; Prodigy, de Mobb Deep, él era mi cuate; Big Pun; Biggie Smalls; Tupac Shakur y recientemente Nipsey Hussle, sigo jodido por ello, porque yo estuve ahí cuando él empezó”, ahonda el miembro de la banda Wu-TangClan.