No ha llegado el verano y la música sigue de luto.
A principios del 2016 fallecieron David Bowie, Lemmy Kilmister, Glenn Frey (guitarrista de The Eagles), Dale Griffin (baterista de Mott the Hoople), Jimmy Bain (bajista de Rainbow), así como Everardo Mujica, “Lalo Tex”.
Sin embargo, este abril se volvió a paralizar el mundo de la música luego de que ayer se anunciara la muerte de Prince, a los 57 años.
Apodado “Purple Yoda”, “The Artist”, “The Kid”, “Symbol”, “Camille” y “The Purple One”, Prince fue, es y seguirá siendo un ícono de la música.
Fue una figura pública excéntrica, pero una persona reservada. Medía apenas 1.57 metros y aunque sí cumplió con algunos compromisos, tuvo que cancelar dos conciertos recientemente, debido a una fuerte gripe que lo aquejaba.
Fue encontrado muerto la mañana de ayer en su casa-estudio de Paisley Park en Chanhassen, Minnesota.
Prince inclusive estaba preparando un libro con sus memorias y seguía siendo uno de los músicos más revolucionarios a nivel mundial.
Como era de esperarse, la noticia de su muerte dio la vuelta al mundo. Y tanto verdaderos fans, como personas que solo lo identifican por su más grande éxito : “Purple Rain”, inundaron la redes sociales de publicaciones y canciones.
De hecho, en Twitter fue Trending Topic y hora y media después de haber anunciado su fallecimiento, se habían registrado más de tres millones de mensajes lamentando su deceso.
La música estuvo presente en su vida desde la infancia. Tras el divorcio de sus padres cuando tenía siete años, Prince se quedó con el piano de su papá y con los años se convirtió en un virtuoso compositor y cantante.
Aunque era un maestro de la guitarra eléctrica, “The Artist” también tocaba el teclado, batería, saxofón, armónica, entre otros instrumentos.
Además, pese a su baja estatura, el innovador músico fue un prolífico jugador de basquetbol en su natal Minnesota.
Era fanático de “The Beatles”, pero su talento podría considerarse aún mayor, ya que compuso más canciones que el cuarteto británico.
