Dancers of Damelahamid, compañía de danza indígena de la costa noroeste de Canadá, presentará el espectáculo “Minowin” en el Festival Internacional Cervantino 2019 para compartir su tradicional baile de máscaras con actuaciones tan convincentes como inspiradoras.
“Minowin”, que integra narración, movimiento, canto, actuación y diseño multimedia para abordar desde perspectivas contemporáneas las danzas indígenas tradicionales, se presentará del 14 al 15 de octubre en el Teatro Principal, a las 18:00 horas, como parte de la programación del país invitado.
“Esta compañía, única e indígena del noroeste de Canadá, empezó aproximadamente hace 50 años y ha sido un trabajo de constante revitalización. En esta ocasión viene a presentar un nuevo trabajo que fue a penas estrenado”, explica Margaret Grenier, directora artística de la compañía.
Hace solamente 10 años que la agrupación se ha acercado a la parte contemporánea y ha creado producciones a gran escala, especialmente este espectáculo, que es el más grande que tiene, porque contaron con el apoyo del gobierno de Canadá.
En este proyecto, los artistas están usando multimedia que interactúa con los bailarines para crear sinergia entre ambas partes, lo que es muestra de de las innovaciones que están haciendo actualmente.
Inclusive, existe un acercamiento con el vestuario con la idea de que esté hecho para transportarse durante la pieza con el significado de que su cultura es algo que está evolucionando constantemente y tirar el mito de que es estática.
“Minowin” también es una oportunidad para hablar sobre la importancia de la identidad indígena, de su individualidad, y de cómo no se debe generalizar, sino buscar las principales características de cada pueblo y de su cultura.
“La pieza está basada en el tiempo, yendo hacia a tras a través de la historia, con la idea de que el tiempo es circular. Nosotros vinimos de las estrellas y entonces en esta pieza se ve eso y cómo seguimos volviendo hacia esas historias”, asegura la directora.
El espectáculo usa dos tipos de tambores, uno que se lleva en la mano, que es circular y está pintado; y otro que tiene plantas que lo rodea. Ambos son instrumentos vitales y muy importantes para ellos.
Salvar la cultura
La generación de la abuela de Grenier vivió un cambio, pasó de una vida muy tradicional a un cambio de lenguaje, de paradigma, pero las nuevas generación han visto que no se necesita mucho para no perderlo todo, perder el arte, por lo que ahora tiene la responsabilidad de recuperar todo aquello que se perdió y evitar que siga pasando, como una forma de retarse y de permanecer vigentes.
Al hacer danza, la compañía también está buscando crear canciones, trabajar con las máscaras y crear un ambiente con antecedentes culturales.