Un bronceado menos doloroso

El regreso a clases está en puerta y la mayoría ya está nuevamente en su trabajo. Los que tomaron el sol en estas vacaciones es muy probable que estén buscando las mejores alternativas para conservar un bronceado de envidia o bien, tratando de conseguir la mejor crema de aloe vera debido a las quemaduras en la piel.

Cuando el cuerpo se expone a los rayos UVB del sol, la piel sufre quemaduras y en algunos casos, estas requieren de atención médica.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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El regreso a clases está en puerta y la mayoría ya está nuevamente en su trabajo. Los que tomaron el sol en estas vacaciones es muy probable que estén buscando las mejores alternativas para conservar un bronceado de envidia o bien, tratando de conseguir la mejor crema de aloe vera debido a las quemaduras en la piel.

Cuando el cuerpo se expone a los rayos UVB del sol, la piel sufre quemaduras y en algunos casos, estas requieren de atención médica.

Esta semana, la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences publicó que los rayos del sol no solo lastiman la piel, sino que causan dolor debido a que la epidermis tiene una molécula, TRPV4, que se activa cuando la persona se expone al sol y al mismo tiempo activa la endotelina, una sustancia que está relacionada al dolor y al ardor.

“TRPV4 traduce los rayos UVB en señales intracelulares que pasan de las células de la epidermis a las células nerviosas, lo que causa una sensación dolorosa”, dice el informe.

Expertos de la Universidad de Duke fueron quienes descubrieron esta reacción molecular, en un experimento en el que utilizaron piel humana y roedores en el laboratorio.

Se cree que si se utiliza un compuesto que pueda bloquear esta sustancia se podrían evitar los daños que sufre la piel cuando se expone al sol. 

También daría pie a mejorar la fórmula de los productos que sirven como protección solar.

Sin embargo, “antes que nada debemos saber qué otros eventos se desencadenan cuando bloqueamos TRPV4 en humanos”, indica  Wolfgang Liedtke, autor de este estudio.

Y cuando se conozca su función en los seres humanos, “se podría pensar en bloquearla con algún compuesto tópico o loción que mejorase la capacidad de los actuales protectores solares”, agrega Liedtke. 

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