Cuando se desató la “temporada de asteroides”, es decir, cuando varios cuerpos celestes pasaron muy cercanos a la Tierra e incluso cayeron fragmentos de meteoritos en Rusia el pasado febrero, la NASA señaló que, con la tecnología adecuada, se podría identificar cualquier objeto que se acerque al planeta y amenace con una colisión.
De hecho, esta agencia espacial, bajo el mandato del Congreso de Estados Unidos, se dedica a encontrar e identificar cualquier objeto que se acerque a la Tierra, incluso lo que esté a 1 km de distancia. Y el 95 por ciento se ha identificado.
Sin embargo, solo el 10 por ciento de los asteroides más pequeños es descubierto, según declaró esta agencia.
Pero esta semana, la NASA anunció su “Gran Desafío”, un programa para detectar, rastrear y capturar rocas y asteroides que puedan amenazar la Tierra y a su población.
Se dice que esta iniciativa podría involucrar una misión de enviar una nave no tripulada para que capture a un asteroide y lo envíe a la órbita lunar, en donde sería estudiado.
Este proyecto no solo le hace honor a su nombre, sino que se trata de un esfuerzo a nivel global, en el que participarán gobiernos, científicos, centros de investigación y distintas industrias relacionadas.
Aunque ya se vigila el espacio y los objetos cercanos a la Tierra (o Near Earth Objects, NEO, en inglés), apenas nos alcanza para detectar la trayectoria de inmensos objetos. Algunos de esos “pequeños” objetos son casi del tamaño de la Luna.
Así que este desafío es un gran avance en la detección y captura de objetos espaciales que ponen en riesgo a nuestro planeta.