La Casa Blanca cambió de mandos en 2009 y de una manera singular, la comunidad afroamericana se hizo presente en la urna y Barak Obama llegó al poder acompañado de su familia: sus hijas Malia Ann y Natasha, y su esposa Michelle.
Desde entonces la originaria de DeYoung, Illinois, ha estado en el ojo mediático por su carisma y apertura. Desde presentar un Oscar en el 2013, hasta bailar en el programa nocturno de Jimmy Fallon para hacer parodia de la evolución de las mamás bailando, son ejemplos por los que la consideran una primera dama muy cool.
Pero más allá de su lado en el entretenimiento o cómico, Michelle Obama también ha estado al frente de marcar posturas con carácter, ya que ella y su esposo Barack en 2012 declararon estar a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
La primera dama de la Casa Blanca que llegará a sus 52 años de edad en enero 17 del 2016, está al tanto del alcance que tiene su imagen en la actualidad, por lo que utiliza su porte y distinción a su favor, sea cual sea la circunstancia.
Una mujer con historia
Nacida bajo el nombre de Michelle LaVaughn Robinson, la abogada de profesión tiene un origen enraizado en los Estados Unidos desde antes de la guerra civil. Por el lado de su padre es descendiente de personas que estuvieron bajo el régimen de la esclavitud en Carolina del Sur.
La historia con su madre sucumbe ante un principio similar, ya que sus ancestros fueron esclavos en Georgia, aunque el destino cambiaría al entrar la abolición de la esclavitud que impulsara Abraham Lincoln.
Michelle creció en un hogar convencional, donde el rol de la mujer pertenecía a la casa y el padre era el proveedor. Al igual que su hermano entró a la Universidad de Princeton para estudiar leyes, y su tesis llevó por título “Los negros y la comunidad negra educada en Princeton”.
“Recuerdo que me trastornó ver a colegas estudiantes conduciendo autos BMW, yo ni siquiera conocía a padres que conducieran esos autos”, expresó en entrevista para la revista Vogue en 2007.
Barack y Michelle Obama se conocieron en el mismo despacho de abogados en el que laboraban y su primera cita fue para ver la cinta de Spike Lee “Do the Right Thing”. La pareja contrajo matrimonio en octubre de 1992.
Más allá del show
Poniendo un pie en la Casa Blanca, Michelle Obama acaparó las miradas del mundo, visitando albergues y comedores para personas sin hogar. Organizó una recepción para quienes defienden los derechos de la mujer en el marco de la promulgación de la ley de pago justo y equidad salarial Lilly Ledbetter en 2009.
Además apoya a los productos orgánicos y el uso de los mismos en las cocinas de la residencia presidencial, y procura una plantación orgánica dentro de la propiedad, lo cual no había sucedido desde la primera dama Eleanor Roosevelt.
El año pasado se unió a la campaña de liberación de las niñas secuestradas en una escuela en Nigeria y tuiteó una imagen con la etiqueta #BringBackOurGirls en apoyo a los padres de las219 jóvenes desaparecidas.
Dentro del marco popular, queda claro que Michelle Obama está al frente de sus responsabilidades como esposa del presidente de Estados Unidos, además de estar a la vanguardia en temas sensibles o de esparcimiento para el espectro social estadounidense.
