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Después de varios años con anfitriones mediocres, Ellen fue bien recibida por la audiencia como conductora del Oscar
Cuando la autofoto grupal publicada desde el teatro Dolby por Ellen DeGeneres usando un smartphone de Samsung rompió el récord de la imagen más retuiteada en la historia, la marca presumió la hazaña en Twitter.
“¡Selfie que rompió récord tomada con #TheNextBigThing!”, dijo la empresa en su cuenta oficial, que usa ese hashtag para referirse al Galaxy S5, dispositivo que presentaron el mes pasado en el World Mobile Congress (WMC), en Barcelona.
Sin embargo, y a pesar de que Samsung fue patrocinador oficial de la premiación, tras bambalinas la conductora ocultaba un intruso: su iPhone, desde el que publicó varias imágenes.
Las aplicaciones oficiales de Twitter revelan desde qué sistema operativo son enviados los tuits. Y fue así como se supo que Ellen DeGeneres prefirió el dispositivo de Apple cuando las cámaras no la seguían.
Considerando que Samsung estrenó su campaña “One Samsung” en el evento, y que sus anuncios durante la transmisión tuvieron una duración total de más de 5 minutos, queda por verse si estaba entre sus planes que se revelara al Galaxy S5 como parte del show.
Récord, pizza y memes
Por otro lado, la conducción de Ellen fue refrescante, sobre todo porque en los últimos años, los anfitriones no lograron cautivar a la audiencia.
En 2011, Anne Hathaway y James Franco solo provocaron una reacción: la indiferencia. El espectáculo aburrió tanto al público, que al año siguiente, la Academia recurrió a un viejo favorito: Billy Crystal.
El actor, como siempre, provocó risas, pero fue calificado de predecible, quizá porque esa fue su novena ocasión como anfitrión de los premios.
En el 2013, Seth McFarlane dividió opiniones. Mientras que algunos lo elogiaron por hacer comentarios atrevidos sobre los nominados, otros dijeron que su actuación fue cruel, de mal gusto y sexista.
Y entonces llegó Ellen.
La comediante estuvo más relajada que en el 2007, cuando condujo la ceremonia por primera vez. De hecho, el domingo pasado el público se rindió ante sus bromas y travesuras.
Y es que Ellen supo involucrar a la audiencia de una forma novedosa: usando las redes sociales –y el patrocinio de Samsung– a su favor.
La selfie que rompió el récord de retuits es la prueba más clara de esta interacción por la participación de los actores y el entusiasmo del público que se unió a la ceremonia a través de Twitter.
En menos de una hora, la fotografía superó los 780 mil retuits, marca que Barack Obama conservaba desde el 2012. Y para el lunes en la tarde, la publicación de Ellen había llegado a 2 millones 900 mil retuits.
De acuerdo a Twitter, la selfie generó la mayor cantidad de publicaciones por minuto de la ceremonia: 254 mil 644. Pero el mejor momento para los actores fue cuando Ellen repartió pizza a quienes estaban sentados en las primeras filas del teatro.
La Academia prohíbe el consumo de alimentos durante la ceremonia, lo que significa que los asistentes pasan más de cuatro horas sin comer. Por ello, los tuits de agradecimiento de las celebridades no se hicieron esperar.
“Gracias, Ellen, de hecho moríamos de hambre”, publicó Corinne Foxx, hija del actor Jamie Foxx. La reacción de Kristen Bell, que antes de la ceremonia bromeó diciendo que llevaría un burrito en el bolso, fue más acalorada: “¡PIZZA EN LOS ÓSCARES!”, escribió en su cuenta de Twitter.
En este momento de la noche, los tuits llegaron a 158 mil 159 por minuto, de acuerdo a un reporte publicado en el blog de la red social.
Y los memes no faltaron.
El preferido de los bromistas fue Leonardo DiCaprio, que no ha recibido un Oscar a pesar de haber sido nominado en cinco ocasiones en la categoría de Mejor Actor. En algunos memes aparecen sus personajes llorando, otros son fotomontajes en los que sus colegas se burlan de él, y no faltaron los que lo muestran corriendo con el Oscar, como si se lo hubiera robado.
Jennifer Lawrence, quien el año pasado sufrió una caída al pasar a recibir su estatuilla, volvió a tropezarse, esta vez en la alfombra roja. Minutos después, se volvió viral una imagen con el texto “Si ya me conocen, pa que me traen” (sic).
El parecido de Jared Leto con Jesucristo, por su barba y cabello largo, también fue objeto de bromas. La frase “Y así Jesús multiplicó la pizza” acompañaba a una foto del actor pasando una rebanada de pizza a su madre.
Y Brad Pitt pasará a la historia como el “Mejor Actor de Reparto” (de pizza) entre sus colegas.
Un Oscar para la longevidad
No haber ganado un premio de la Academia podría tener consecuencias más graves que convertirse en el protagonista de algunos memes. De hecho, según un estudio de la Universidad de Toronto, podría significar morir unos años antes.
El reporte, publicado en el 2001, publicó los resultados de una investigación que analizó a mil 649 actores y actrices, de los que 762 habían estado nominados a un Oscar en las categorías de actuación.
Los investigadores compararon a los actores nominados con otros de su misma edad y mismo género que aparecieron en la misma película, y concluyeron que quienes ganaban un Oscar vivían, en promedio, hasta los 79.7 años, mientras que quienes nunca ganaron vivían hasta los 75.8.
Una de las explicaciones que los científicos encontraron, es que los actores que reciben una estatuilla tienen más presión de la sociedad para cuidar su imagen, por lo tanto, protegen su salud.
Además, haber recibido un premio puede generarles más trabajo, lo que les da suficientes recursos para tener “cocineros personales, entrenadores, niñeras y otro personal que les ayuda a tener un estilo de vida ideal”, explicó el doctor Donald Redelmejer, quien lideró la investigación.
Sin embargo, el beneficio para la salud es exclusivo de los actores. Los ganadores en categorías distintas no mostraron ninguna ventaja, probablemente porque “no llevan vidas tan ejemplares” y “no tienen que comer bien, dormir bien o ejercitarse”, señaló Redelmejer.
