Una partícula revolucionaria
El mundo de la física está a la expectativa en momentos en que el mayor acelerador de partículas del mundo, notorio por haber confirmado hace cuatro años la presencia de la “partícula de Dios”, vuelve a funcionar para procesar una infinidad de datos que podrían confirmar la existencia de una partícula totalmente nueva.
Tal descubrimiento podría dar un cariz totalmente nuevo a los fundamentos de la física, según los expertos.
El mundo de la física está a la expectativa en momentos en que el mayor acelerador de partículas del mundo, notorio por haber confirmado hace cuatro años la presencia de la “partícula de Dios”, vuelve a funcionar para procesar una infinidad de datos que podrían confirmar la existencia de una partícula totalmente nueva.
Tal descubrimiento podría dar un cariz totalmente nuevo a los fundamentos de la física, según los expertos.
El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) ha intensificado en los últimos meses la actividad en la complicada maquinaria subterránea en forma de círculo de 27 kilómetros debajo de la frontera suizo-francesa cuya construcción costó 4 mil 400 millones de dólares.
En un descubrimiento sorpresivo en diciembre, dos detectores del CERN revelaron indicios sutiles de lo que podría ser una nueva partícula y desde entonces los teóricos están abocados a buscarle explicación.
“Es una pista de un posible descubrimiento”, afirmó el físico teórico Csaba Csaki, quien no participa en los experimentos. “Si esto es verdad, entonces podría ser el descubrimiento más notable en mi carrera, todavía más que el descubrimiento del Higgs”, la partícula que otorga masa a otras y que por eso ha sido popularizada como “la partícula de Dios”.
Después de una pausa invernal, el acelerador (LHC, por las siglas en inglés del Colisionador de Hadrones) reabrió el 25 de marzo como preparativo para reanudar los experimentos a principios de mayo.
La potencia sin precedentes del LHC ha revolucionado la física en los últimos años. Mientras los teóricos solían pronosticar comportamientos que los experimentalistas ponían a prueba en el laboratorio, la enorme energía del acelerador del CERN significa que ahora los científicos presencian resultados sin ninguna explicación teórica previa.
“Esta partícula —si es real— sería algo totalmente inesperado”, comentó. (AP)