Parecería que separar lo inorgánico de lo orgánico es la única tarea necesaria que tiene que hacer un ciudadano para cumplir con su labor de reciclaje; sin embargo, no todos los materiales tienen una vida económica después de desecharlos, como el vidrio.
Por ejemplo, a diferencia del pet o el aluminio, el vidrio no es bien pagado por los centros de reciclado, ya que el kilo de este material apenas se paga entre 30 y 40 centavos, por lo que se evita su recolección.
Ante este problema ecológico, José Luis Pérez y Julia Novelo decidieron crear una fundación para fomentar la conciencia en los mexicanos sobre los distintos usos del vidrio. Transformar una botella de vino, cerveza o perfume en un vaso, florero o arte, es el objetivo de Cerrando el ciclo.
“Los últimos datos de la SEMARNAT dicen que más de tres millones de toneladas de vidrio se generan, pero solamente 12 por ciento se recicla, y lo demás termina enterrado en rellenos sanitarios, o disperso en bosques y mares”, comparte Pérez, director de Cerrando el ciclo.
“En comparación con otros países, México está bajísimo, estamos hablando de que aquí sólo es el 12 por ciento, frente a Europa que maneja más del 50 por ciento, incluso hasta el 90 por ciento de reciclaje de vidrio”, refiere Novelo, fundadora de la organización civil.
Durante dos años consecutivos, Cerrando el ciclo estuvo trabajando junto al Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL), pero a partir de la entrada de la nueva administración federal, no han tenido un nuevo acercamiento con el Estado.
“En esta administración INDESOL toma otra forma, tiene otro tipo de apoyos, no digo que no los dé, pero simplemente cambiaron, nosotros por parte del gobierno, realmente hemos tenido acercamientos o muy pocos o nulos”, dice el fundador.
Legislación sí, voluntad no
México cuenta con leyes que deberían facilitar el proceso de reciclaje de vidrio, el problema es que sólo se quedan en papel, sin pasar a la práctica, según indica Pérez, lo que genera una repercusión ambiental en el país.
“No se hace valer la ley, o sea sí existe el marco legal, pero no se hace valer, y la realidad en México es que, en este caso, hablando del vidrio, sí se genera mucho tipo de botellas y creo que ahí el gobierno es el que tiene que impulsar este tipo de actividades y las empresa también”, platica Pérez, sobre un segundo uso al cristal.
Según el Servicio de Administración Tributaria, en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, en el artículo 19 fracción XVIII, se especifica que los comercios como restaurantes y bares, deben destruir las botellas de vidrio una vez que carezcan de contenido, Pérez comenta que esto no sucede en la realidad.
“Existen normas y leyes, pero la realidad en el país es muy diferente, existe una ley que dice que todos los restaurantes tienen que romper botellas vacías, para que justamente eviten la adulteración, pero realmente no se hace”, explica Pérez.
Primero las mujeres en el reciclaje del vidrio
En Cerrando el ciclo se fomenta la educación del segundo uso en mujeres que puedan estar en situación vulnerable, para que puedan aprender a reutilizar el vidrio y mejorar su economía familiar, este taller se denomina “Emprendedoras del reciclaje”.
“Ahorita nosotros trabajamos con mujeres y la razón es porque creemos que son la semilla de la educación, ellas llevan esta conciencia a su casa y se puede replicar con sus hijos, sus amigos y su comunidad”, agrega Novelo.
El autoempleo que han podido fomentar se ha dado en el Estado de México, específicamente en Nezahualcóyotl y Ecatepec, donde hacen una convocatoria y se busca que una empresa privada financie el becado de las mujeres, actualmente se han podido capacitar a 275.
Empresas de todo tipo son las que han ayudado a Cerrando el ciclo para continuar adelante. Novelo exhorta a que puede ser cualquier compañía, que incluso las que estén fuera del ramo del manejo de vidrio o reciclaje.
“No sólo empresas que trabajen con vidrio, también por ejemplo, hemos trabajado con Gin Group, que se dedica a recursos humanos, pero por un tema de tener ellos un programa sustentable, somos parte del portafolio de colaboradores”, precisa Novelo.
Estafeta y Fundación Gentera, son de los organismos que sin ser productores de residuos de cristal se han sumado a la causa de la asociación civil, dando cursos de sensibilidad a su personal y seguir fomentando la reutilización.
“Capacitamos a sus colaboradores sobre el manejo de residuos, hábitos de consumo y hacer una transición hacia una economía más circular y logramos poco a poco diseminar más el tema”, describe Pérez.
Únete al reciclaje
Cerrando el ciclo ofrece talleres de concientización y acopio de vidrio, además de venta de artículos realizados con cristal y de kits para cortar botellas en casa y convertirlas en vasos; todo a precios accesibles
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