Una vida en el escenario

Hoy se celebra el Día Mundial del Teatro, y tres actores mexicanos cuentan lo que se siente al estar frente al público, haciendo lo que más les apasiona. Además, aseguran que hace falta cultura y educación en los hogares y en las escuelas para que el amor por esta disciplina no desaparezca

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El teatro es conexión social. En todo el mundo hay personas que en algún momento de su vida decidieron estar arriba de un escenario para interpretar la vida y obra de otro ser humano y, con esta acción, hacer sentir algo al público que los está viendo.

Los actores invitan a que la gente se anime a visitar diferentes teatros y descubra qué género es el que más le gusta

Adriana Llabres, actriz que ha participado en distintas obras, como ¿Quién teme a Virginia Woolf?, le agradece al teatro la oportunidad de expresarse y conectarse con gente que ha tenido experiencias diferentes a las de ella, pero que en el escenario encuentran puntos en común.

“En una ocasión, cuando estaba en la escuela, una amiga me condujo por pasillos, yo era nueva y no reconocía a dónde me estaba llevando, prendió una luz, y me di cuenta que había muchas butacas en frente de mí. Fue muy impactante ese momento y no sabía por qué, sentí un vacío y ganas de brincar. No fue actuando cuando sentí esa sensación de ‘mi primera vez en el escenario’”, relata Llabres.

Para Gloria Aura, quien ha participado en Los Locos Adams, minutos antes de subir al escenario por primera vez vivió una crisis de llanto; sin embargo, esas lágrimas nunca más volvieron a caer de su rostro. Para la actriz, en ese momento se rompió una barrera muy grande: pararse e interpretar a un personaje de comedia musical, algo que había deseado desde niña.

Llabres cuenta que ella incluso estuvo a punto de no ser actriz, sino médico, pero su madre la invitó a que entrara a cursos de actuación, algo que cambió su vida, porque uno de sus profesores, al ver el potencial que tenía, le sugirió que fuera escuelas en Londres para que desarrollara aún más lo que podía demostrar sobre el escenario.

“Los papás que ven que sus hijos tienen intereses artísticos, sienten temor de que vayan a morirse de hambre. Este tipo de pensamientos hace que se atrasen los procesos de quienes seguramente tienen mucho potencial para actuar, pierden el tiempo estudiando carreras que sólo cursan para hacer sentir bien a su familia”, comenta Aura.

Para Gloria, que creció rodeada de cámaras desde niña, ya que viene de familia que pertenece al medio, el ser artista no fue algo por la que la juzgaran, al contrario, la impulsaron a visitar otros países y ascender en lo que siempre estuvo en sus venas.

Cuando se le pregunta qué debería mejorar en el teatro mexicano para que la gente visite los diferentes escenarios del país y escuche la historia que sus colegas representan, Aura contestó que hace falta cultura.

“La única manera es educar a nuestros hijos para que comiencen a apreciar el arte, no solamente el teatro, que vayan a museos, que lean un buen libro, y eso solamente se aprende desde los hogares y en la escuela. En México, se fue olvidando la importancia de estas cosas”
Gloria AuraActriz

Al respecto, Llabres confiesa que el amor que la gente pueda llegar a sentir respecto al teatro, viene justamente de la educación que cada persona recibe en casa. Comenta que si alguien crece con ese aprecio, entonces saldrá a la calle y buscará un lugar que le pueda dar las escenas que él busca.

La actriz invita a que la gente se anime a ir a escarbar lo que los diferentes recintos culturales le están ofreciendo, y si no es de su agrado una determinada obra, que siga buscando qué tipo de género le satisface más.

También, declara que en México hay muchísimo talento, no sólo de parte de las personas que están arriba del escenario, sino de aquellos que están involucrados en la dirección y producción de una obra.

“En México no tratamos de tropicalizar un guión, sino adaptarlo a nuestro estilo, con mucha pasión, aspecto que puede hacerlo crecer como potencia teatral mundial”
Adriana LlabresActriz

Por su parte, Mario Sepúlveda no logra entender lo que hace falta en el teatro para que más gente vaya a ver “producciones fantásticas”. El actor que ha participado en Hoy no me puedo levantar, considera que no se necesita hacer tanto ruido para conseguir que los mexicanos los vayan a ver, porque ya han hecho demasiado, y lamentablemente en estos últimos meses, las audiencias de esta disciplina han bajado.

Lo inigualable del teatro

A pesar de que el teatro está viviendo una etapa difícil, debido a que la cantidad de gente que va a disfrutar una obra ha bajado considerablemente con el paso de los años, los actores aseguran que el estar en un escenario compartiendo diálogos con otras personas, es lo que les ha cambiado la vida, dejándoles anécdotas que durarán para siempre en su memoria.

Sepúlveda cuenta que en una ocasión, al muppet que le daba vida con su voz y los movimientos de sus manos en Avenida Q, se le cayó la nariz sin que él se diera cuenta, sino que lo notó hasta que alguien más se lo hizo ver.

“Yo no podía de la risa, porque no nada más yo perdí en escena, sino a todos le había pasado algo. Eso hace que, por más que hayas estudiado y preparado como actor, te puede pasar, pero tienes que aprender a resolver y seguir adelante”, comparte.

A Gloria Aura, cuando estaba haciendo un monólogo en Hello, Dolly!, le pasó que mientras estaba interpretando sus diálogos, vio a una de sus compañeras entre el público; esto hizo que la actriz comenzara a repetir lo que ya ha había mencionado, y lo único que pudo hacer fue preguntarle a la gente ‘¿Esto ya lo había dicho, verdad?’. “Esas cosas las cuentas y son divertidas, pero vivirlas es terrorífico”, declara.

En el marco del Día Mundial del Teatro, Llabres, Aura y Sepúlveda sólo desean que siga habiendo unión entre sus compañeros, invitándolos a que continúen haciendo lo que aman, y que con ese cariño que le tienen a su carrera, contagien al público que los ve desde una butaca