Urge impulsar las sociedades del conocimiento
El divulgador científico José Gordon asegura que la reciente polémica con la próxima directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, no afectará el rumbo de la tecnología y el desarrollo científico en México y exhorta a que la nación sea un semillero de nuevos talentos en estos campos
Hidalgo Neira[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_ny93rgk3″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] México es un país grande en avances tecnológicos y científicos, áreas que se buscan impulsar a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desde 1970. El Gobierno federal entrante tiene varios retos a vencer, ya que el Estado posee una gran deuda con la comunidad científica, como destinar, por lo menos, el uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a este rubro.
La próxima titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, aún no toma posesión de su cargo y ya se encuentra envuelta en la polémica.
Ante esa situación, el periodista cultural y divulgador científico José Gordon cree que sólo es un momento que afectará temporalmente a Álvarez-Buylla, pero que su desempeño al frente del Conacyt será ejemplar.
“Espero que sea nada más una transición, porque de fondo, y conozco a los protagonistas de los dos lados, son personas profundamente comprometidas con la ciencia, con el conocimiento y con lo que pueda traer una sociedad del conocimiento a nuestro país”, señala Gordon, en entrevista con Reporte Índigo.
El también conductor televisivo de La oveja eléctrica, presenta su nuevo libro El inconcebible Universo, sueños de unidad, en el que habla del pensamiento científico a manera de ensayo, entretejiéndolo con las ideas de grandes pensadores y hombres de ciencia del siglo XX como Jorge Luis Borges, Roger Penrose, Stephen Hawking, Albert Einstein y más.
Abrazar al nuevo CONAHCYT
La futura nueva directora se propone cambiar el nombre de la entidad federal a Consejo de las Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) para darle peso también a otras áreas del conocimiento, de esto Gordon resalta que tanto el arte como la ciencia deben de estimularse por igual en el nuevo sexenio.
Álvarez-Buylla se ha pronunciado también en distintas ocasiones en contra de los alimentos transgénicos, mismos que son comercializados por empresas trasnacionales en México. Ante la pregunta de si la postura de la académica afectará la relación económica del país, Gordon afirma que a través de la ecología se puede encontrar también el camino hacia una economía sustentable.
“Si las empresas se van a favorecer, bueno mi idea de fondo es que, se van a favorecer por un tiempo, porque el día que se destruya el planeta, se destruyen también esas empresas, ese es el pensamiento de fondo que deberíamos de tener, de defender y de impulsar y en ese sentido me parece muy importante lo que plantea Elena Álvarez-Buylla”, comenta Gordon.
El sueño aterrizado
En muchas ocasiones parece que México vive de e speranza y es sólo a través de los cambios sociales que se logran los estímulos para transgredir en la sociedad, basta recordar la frase del Subcomandante Marcos, en 1999:
“Llamamos a todos y a todas no a soñar, sino a algo más simple y definitivo, los llamamos a despertar”, de esta analogía, Gordon indica que la ciencia tiene que buscar ser realista para lograr un mejor futuro.
“¿Te acuerdas que en el 68 se decía ‘seamos realistas, exijamos lo imposible’? De eso se trata y de aterrizar los sueños. Locura sin rigor no vale, y de lo que se trata es eso, de ver cómo con estas grandes ideas de la ciencia, con estas grandes transformaciones que nos trae la poesía, debería afectarse nuestra vida”, dice el periodista.
Respecto al presupuesto que se debe otorgar en materia de Ciencia y Tecnología para el siguiente sexenio, el escritor indica que se debe insistir en el uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
No hay fuga, hay diásporas
Los grandes talentos nacionales no se gestan en México, parten a otras fronteras intelectuales donde se les dan las herramientas necesarias para ejercer su oficio, ante la llamada “fuga de cerebros”, Gordon señala que este término debe visualizarse de otra manera.
“Un científico mexicano que trabaja en el extranjero, no deja de ser mexicano, una de las cosas que tenemos que cambiar de nuestros paradigmas es darnos cuenta precisamente, que más que considerarlos como una especie de ‘fuga de cerebros’ deberíamos considerarlos como una punta de lanza de nuestra cultura en otro lado, como si fueran pioneros en otro lugar. Deberíamos hablar de diásporas de científicos mexicanos comprometidos con nuestro país”, aclara el especialista.
Las ideas están, las personas que buscan ejecutarlas viven aquí, sólo falta que el sustento económico se siga inyectando a estos esfuerzos para que la ciencia y tecnología se produzcan en México, por eso es indispensable el uno por ciento del PIB.
“Lo que pasa es que pensar en el uno por ciento si no hay ideas interesantes, inteligentes, que enciendan la imaginación, uno dice ‘¿para qué?’. Creo que ya tenemos el ‘para qué’, nada más hay que ubicarlo, hay que ubicar las grandes investigaciones que se están dando”, finaliza.