Se prevé que los vehículos autónomos inicien una nueva era de movilidad, seguridad y comodidad. Pero también habrá un problema de acuerdo con los investigadores: la gente los usará demasiado.
Expertos prevén que los vehículos robot llevarán a los niños al colegio y clases extracurriculares. Los ancianos y personas con discapacidad podrán trasladarse más fácilmente. Los usuarios del transporte público podrán trabajar, dormir, comer o ver películas camino a la oficina. También es posible que la gente se quede en su casa mientras envía a sus carros a recoger las provisiones que pidieron por Internet.
Los investigadores creen que el número de kilómetros manejados se disparará. Lo que es menos cierto es si eso significará también un aumento en el tráfico, pero es una clara posibilidad.
Gary Silberg, experto en el sector automotriz de la firma KPMG, lo compara con la llegada de los smartphone. “Será algo indispensable en la vida. Todo tipo de cosas que hoy no nos podemos ni imaginar”, señaló.
Se espera que los vehículos sin conductores vuelvan los trayectos más seguros y económicos. Pero el mejor ahorro es el tiempo del conductor, de acuerdo con Don MacKenzie, experto en transporte de la Universidad de Washington. Ese costo baja drásticamente cuando la gente usa el tiempo de los trayectos en algo productivo o en otras tareas.
“Estamos hablando de una tecnología que promete viajes más seguros, económicos y convenientes. Y cuando uno piensa en eso, es lógico esperar que la gente va a querer hacer algo más con ello”, agregó MacKenzie. (AP)