De viudas y CopyRight

El amor por la literatura que autores impregnaron en sus creaciones, es bien resguardado por la codicia de las editoriales, y es que por más que se difunda la obra de un escritor, la cultura al final del día no es gratis.

Al día de hoy, Roberto Bolaño sigue publicando ¡a 13 años de su deceso!, y es que literalmente en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se lanza su libro “El espíritu de la ciencia ficción”, el cual es presentado por Carolina López, viuda del escritor.

+500,000
euros pudo haber recibido Carolina López, viuda de Roberto Bolaño, por publicar sus libros bajo el sello Alfaguara
Alrededor de 2 millones de euros recibió María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, por el contrato firmado con Penguin Random House para editar la obra del escritor argentino 

El amor por la literatura que autores impregnaron en sus creaciones, es bien resguardado por la codicia de las editoriales, y es que por más que se difunda la obra de un escritor, la cultura al final del día no es gratis.

Al día de hoy, Roberto Bolaño sigue publicando ¡a 13 años de su deceso!, y es que literalmente en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se lanza su libro “El espíritu de la ciencia ficción”, el cual es presentado por Carolina López, viuda del escritor.

En marzo pasado la editorial Alfaguara de Penguin Random House anunció que la obra del fallecido será publicada en su totalidad por su sello, teniendo inclusive los derechos digitales acordados con la agencia Wylie.

Al fallecer Jorge Luis Borges en 1986, su esposa María Kodama pasó a ser la albacea única de la herencia del escritor argentino, guardando desde entonces con recelo los derechos del autor de “El aleph”.

Tan es así que cuando Pablo Katchadjian publicó “El aleph engordado” en 2009 –una versión en la que engrosó 5 mil 600 palabras extras al texto original de 4 mil– los abogados de Kodama no se hicieron esperar e impusieron la demanda correspondiente, actualmente el litigio sigue en curso.

Fuera de controversia, las obras tanto póstumas como en vida de Carlos Fuentes así como de Juan Gelman están resguardadas por sus respectivas familias, y es así como debe de manejarse el derecho de sus bienes, según comenta Ivan Trejo, editor y escritor tampiqueño radicado en
Monterrey, Nuevo León.

“Toda una vida trabajando una obra para no recibir un peso o un ingreso por eso, o que tus herederos no puedan recibir un ingreso por eso después, pues tampoco es justo. El autor o los herederos tienen derecho a recibir el pago de regalías por el trabajo hecho”, expresa en entrevista telefónica para Reporte Indigo.

Trejo adjudica también que existe la idea equivocada que se debe abaratar la cultura una vez fallecidos los autores, “el acceso a la cultura debe ser gratis, pero todo trabajo que implique un proceso creativo, tiene que ser pagado”, aclara.

Bolaño: más a posteriori

Con 50 años partió del mundo el chileno Roberto Bolaño y tras de sí dejó más letras que compartir a sus lectores, ya que más cuentos, novelas y poesía se han publicado del autor fallecido en Barcelona, España, el 15 de julio de 2003.

Y el manejo de sus derechos también se volvieron tema de disputa ya que su viuda, Carolina López, decidió que Alfaguara publicara la totalidad de la obra de su esposo, dejando de lado a la editorial Anagrama, la cual había fungido como sello editorial en vida de Bolaño.

Entre el fuego cruzado comentado por el editor Jorge Herralde de Anagrama e Ignacio Echevarría con su comentario editorial en El Mundo, López decidió aclarar en El País que el pasar los derechos a Alfaguara se debe “únicamente a razones profesionales”.

Herralde adjudica en una entrevista realizada por La Vanguardia, que la suma que el grupo Penguin Random House ofreció a la viuda de Bolaño asciende los 500 mil euros.

Mientras que de la pluma mortuoria de Bolaño sale “El espíritu de la ciencia ficción”, recién salida de las imprentas y promocionada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, además de un libro de cuentos todavía sin fecha de publicación.

Borges: polémica y millones

Del autor del “Libro de arena” su acervo se encuentra blindado por su esposa María Kodama, prueba de ello es la demanda interpuesta a Pablo Katchadjian, quien en 2009 publicó “El aleph engordado”, obra que toma el original de Borges y le agrega palabras al texto publicado originalmente en 1949.

“María Kodama cuida férreamente cualquier mención o cualquier indicio de Borges para que genere un ingreso y se respeta simplemente los derechos”, indica Trejo al respecto.

Katchadjian enfrentó una demanda de plagio, la cual le ha costado 80 mil pesos argentinos, los cuales le han sido embargados en el litigio, el escritor de 39 años de edad ha explicado que “El aleph engordado” se trataba de un experimento, pero la corte no lo vio así.

“Surge en forma palmaria la alteración del texto de la obra de Borges por parte del evaluado, dejando caer por tierra el descargo intentado por este último, en cuanto pretende explicar que la publicación de ‘El Aleph engordado’ obedece simplemente a una experimentación literaria”, se explica en el fallo firmado por el Juez Guillermo Carvajal.

En octubre del 2010, Kodama pasó los derechos de su marido de Emecé Editores a Penguin Random House, por este acuerdo se negoció la cifra de dos millones de euros aproximadamente.

Fuentes: vivo en letras

La obra de Carlos Fuentes se mantiene en la custodia de su esposa Silvia Lemus desde su deceso en 2012; del autor panameño que radicó gran parte de su vida en México se desprenden al menos hasta ahora, de manera póstuma, un libro de ensayos, otro de discursos, uno más de semblanzas, una antología de cuentos y dos novelas, siendo “Aquiles o El guerrillero y el asesino” publicada en este 2016.

Bajo el sello Alfaguara es que la obra de Fuentes se resguarda y de este matrimonio literario que es respaldado por Lemus, la viuda está de acuerdo en la publicación del autor de “Aura”.

“El lector piensa que es el que mejor conoce al autor y qué se debió publicar y qué no se debió publicar, pero en realidad no. Las que los conocieron mejor son las viudas o los viudos –lo que aplique–  son los que pasaron toda la vida con ellos y si ellas consideran que ese libro estaba terminado y que él hubiera publicado en vida, bueno adelante”, justifica Trejo en respecto a obras póstumas.

De “Aquiles o el Guerrillero y el asesino” es el caso, ya que Lemus estuvo de acuerdo en publicar el texto que Fuentes trabajó durante más de 20 años, además de que también tuvo el visto bueno del editor Julio Ortega, quien revisara los manuscritos de Fuentes en vida.

Gelman: derechos seguros

Otro autor que previno antes de su muerte la sucesión de derechos fue el poeta argentino Juan Gelman, quien al fallecer en 2014 alcanzó a entregar una última obra que llegaría tiempo después a la imprenta.

“Juan terminó de escribir su último libro antes de morir, lo entregó a su editorial, se publicó poco después de que él falleciera. Los derechos están entre todos sus herederos, su familia y los maneja Ediciones Era”, comenta Trejo.

Del poeta ganador del Premio Cervantes 2007 se recuerdan libros como “País que fue será”, “Violín y otras cuestiones” o “Gotán”. Su libro póstumo “Amaramara” es una dedicatoria especial a su esposa Mara La Madrid y cuenta con ilustraciones del pintor Arturo Rivera.

Trejo agrega que es común que la familia se desprenda de la sucesión de derechos, pero se asigna a un tercero a que mantenga en regla las regalías. “Si la familia no está inmiscuida en el ambiente literario, es mejor que haya un tercero que maneje los derechos con supervisión y visto bueno de la familia”.

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