Zhivago Duncan, entre el caos y la creación

El artista contemporáneo, mitad sirio, mitad danés, trabaja desde pinturas, esculturas y técnicas mixtas hasta instalaciones sustanciales que incluyen fantasías mecánicas complejas e hipnóticas; su obra ha girado en torno al concepto del apocalipsis, el estado de la cultura y el voyerismo histórico
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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Empezó a dibujar desde muy chiquito, a los cuatro años. Frente al televisor, creó una jirafa, su madre observó el trazo y lo mandó a una revista, al mes, la foto de su dibujo apareció publicada. Así recuerda sus inicios el artista Zhivago Duncan.

“A los cuatro años fue el primer momento en el que vi mi trabajo fuera del contexto de mi casa, no  sabía qué estaba pasando, fue muy surreal. Ver la foto de mi dibujo publicado en una revista fue interesante”, cuenta, en entrevista con Reporte Índigo, Duncan.

Zhivago es un artista contemporáneo, mitad sirio, mitad danés, que trabaja desde pinturas, esculturas y técnicas mixtas hasta instalaciones sustanciales que incluyen fantasías mecánicas complejas e hipnóticas.

El artista nació en Terre Haute, Indiana, Estados Unidos, en 1980. Es hijo de Michael y Sadie Duncan. Su vida ha sido itinerante, ha vivido en muchos países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Malta, Francia y Alemania, por lo que habla seis idiomas con fluidez.

El carácter multifacético de Zhivago se refleja en sus obras. En algunas habla sobre el estado de la cultura contemporánea y sus obsesiones, citado groseramente y recreado de manera irreversible su punto de vista sobre un futuro apocalíptico.

Las obras de Duncan se encuentran en Miami y Berlín, entre otros sitios

Otras de sus piezas, opina Duncan, proporciona un examen minucioso del enamoramiento excesivo de la sociedad con glamour, fortuna y fama. Pero también aportan un elemento de voyerismo histórico, de nostalgia.

Ya sean retratos expresivos serigrafiados de celebridades olvidados o restos escultóricos de autos abandonados, su estética del daño rinde homenaje a los innumerables íconos que se han perdido en las profundidades del tiempo.

Zhivago asegura sentirse libre cuando crea, cuando toma en sus manos los materiales para transformarlos en arte. Dice que cuando tiene una idea y no puede ejecutarla en el momento, no se presiona, sino que espera hasta que llegue el momento, pueden pasar hasta 10 o 15 años.

Las obras de Duncan se encuentran en la colección del Perez Art Museum, de Miami; la Colección Saatchi, de Londres; la Colección Me, Berlín; la Colección Barjeel, en Sharjah, y varias otras privadas en todo el mundo.

La historia de la vida de Zhivago Duncan

Zhivago Duncan confiesa que antes gran parte de su obra giraba alrededor del concepto del apocalipsis, pero que desde que está en México su trabajo tiene que ver con la creación del mundo; es toda una narrativa de la creación.

Actualmente, en su estudio de la Ciudad de México, Duncan realiza pinturas en batik y esculturas a gran escala, las cuales formarán parte de su proyecto en curso When Our Pineal Glands we Big, una historia única de creación extraída de imágenes de textos antiguos como Enuma Elis, la Biblia, el Popol Vuh y Nommo.

Usando el batik como medio, los lienzos de Duncan representan mundos imaginarios, como vistas microscópicas o universos gigantes, donde los significados geométricos están interconectados y la arquitectura adquiere valores filosóficos.

“La técnica de batik consiste en bloquear la tela con cera y tintar un lugar, para luego degradar el color en la cera; al final, sólo quedan en la tela las partes tintadas. Además, con batik es necesario trabajar de forma horizontal cada panel”, explica el artista.

Zhivago Duncan presentó en Zona Maco Primordial Soup, un batik sobre tela que muestra su propia interpretación sobre el origen de todo, es un mito de creación que él mismo formuló, que está dividido en capítulos: empieza en caos y termina en armonía; es una metáfora de la vida.

“Son nueve pinturas que juntas hacen una historia, cada una es un capítulo. Empieza con el caos, con fuego, y vas a través de la digestión de la vida, y termina con matemáticas y geometría, la idea es la creación del primer elemento de la vida”, señala Duncan, sobre Primordial Soup.

A través de esa idea, de la narrativa de la creación, Zhivago Duncan busca hacer una crítica al robo de piezas históricas de arte para venderlas de manera ilegal, situaciones que se presentan mucho en Siria, país que está en guerra y en el cual están puestas las miradas del mundo.

“La creación que conocemos de los sumerios y de todo eso, por la destrucción de Siria y de Irak, la gente se las roba y sacan los artículos históricos de su lugar de origen. Cuando eso pasa las piezas dejan de tener sentido porque no tienen un contexto para saber su porqué. Así como en México, por ejemplo, cuando visitas una pirámide y tienes los objetos prehispánicos en el lugar puedes entender la historia, pero cuando vas a la casa de un coleccionista ya no hay contexto”, critica el artista.

Para él no importa si las piezas son de México o de Siria, lo trascendental es defenderlas y no arrancarlas de su contexto para que la humanidad pueda seguir entendiendo su historia y ésta se conserve a través del arte.

Para mí el arte es más grande que las fronteras, es una cosa universal, es muy global, porque existe en el universo para siempre; es el sentido, la idea y el infinito
Zhivago DuncanArtista contemporáneo

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