¿Recuerdas cuál era la segunda regla más importante de Columbus para sobrevivir en Zombieland? Exacto, rematar (Double tap). El cineasta estadounidense Ruben Fleischer regresa con la secuela de su ópera prima, creada en 2009, y en La Cinemágora te contamos qué nos pareció.
¿DE QUÉ VA?
Tallahassee, Colombus, Wichita y Little Rock ahora son una familia que sobrevive al apocalipsis con una sólida experiencia en asesinar a los zombies. Cuando Little Rock se escapa enamorada con un músico, la unidad de esa familia se pondrá a prueba.
LO BUENO, LA ESENCIA Y PERSONAJES
Las secuelas son todo un reto porque sin duda serán comparadas con la primera parte. Pocas segundas partes han conseguido superar a la anterior y pienso que Zombieland 2 entra a ese cuadro de honor.
Y es que el director Ruben Fleischer (Venom, 2018) no sólo persiste en la esencia de la primera película sino que la lleva a un nivel superior al entregar un humor tan trabajado que se nota en distintas formas.
Nuevos tipos de zombies, chistes de pastelazo, referencias, metadiscurso, prejuicios, humor negro y ácido y secuencias hilarantes son tan sólo algunas de las maneras cómo la cinta resulta en un banquete de carcajadas para el público.
Esto se entiende por los tres guionistas de oro: Rhett Reese, Paul Wernick y David Callaham, quienes no sólo trabajaron en la primera parte sino que han escrito guiones y chistes en películas como la divertida Deadpool (Tim Miller, 2016).
Sumado a esto, los personajes que se integran a Zombieland 2 no tienen falla alguna. Desde una chica fresa y aniñada hasta un hippie harapiento y poser, todos tienen un desarrollo angular para la trama y sin ellos quizás se restaría mucha calidad al largometraje.
Lo anterior también va de la mano con las múltiples referencias que se mencionan a la cultura pop, películas de terror, chistes de doble sentido y un metadiscurso que hace de Zombieland un filme muy especial al establecer un vínculo con el público por medio de las reglas de Colombus.
Por último, no hay que menoscabar la naturaleza cinematográfica de una película sólo porque sea comedia. Zombieland 2 ofrece un plano secuencia que debió requerir mucha coordinación entre los actores y que está saturado de humor y acción.
De igual modo, la música metalera y la fotografía limpia de Chung Chung-Hoon (It, 2017) son complementos técnicos muy ad hoc a la cinta.
LO MALO, MENOS TERRORÍFICA
Algo que valoraba de la primera cinta era que a pesar de que se trataba de una película de comedia los zombies sí llegaban a ser terroríficos por momentos. Y existían escenas cuando de verdad provocaban cierto terror.
La escena final de los payasos zombies me recuerda eso. Pero en esta segunda parte eso parece desaparecer, ya que los muertos vivientes son, la mayoría del tiempo, una oportunidad para reírse y realizar algún chiste respecto a su muerte.
P.D. Quédense a las escenas postcréditos, son dos.
Recomendación 4.5 de 5 (Muy buena)
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You know what they say: you don’t have to run faster than the zombie… you only have to run faster than the person next to you. #Zombieland pic.twitter.com/OOri6uxMiS
— Zombieland: Double Tap (@Zombieland) 19 de octubre de 2019
