10 decisiones, 100 días

El regreso del PRI a la Presidencia ha marcado un nuevo estilo de gobernar: fijar una nueva agenda donde el combate al crimen organizado no es la prioridad.  Enrique Peña Nieto, a diferencia de Calderón, busca reformar y cambiar la cara del país pero ha renunciado a la “guerra contra el narco”.

En 100 días ha mostrado que la agenda de gobierno es más propositiva y menos  combativa.

La aprobación de la Ley de Víctimas que su antecesor vetó y la eliminación de la Secretaría de Seguridad Pública muestran claramente el rompimiento con el modelo calderonista.

El regreso del PRI a la Presidencia ha marcado un nuevo estilo de gobernar: fijar una nueva agenda donde el combate al crimen organizado no es la prioridad.  Enrique Peña Nieto, a diferencia de Calderón, busca reformar y cambiar la cara del país pero ha renunciado a la “guerra contra el narco”.

En 100 días ha mostrado que la agenda de gobierno es más propositiva y menos  combativa.

La aprobación de la Ley de Víctimas que su antecesor vetó y la eliminación de la Secretaría de Seguridad Pública muestran claramente el rompimiento con el modelo calderonista.

La detención de Elba Esther Gordillo, acusada de delincuencia organizada y de desviar dinero del sindicato de maestros para gastos personales, es una evidencia clara de que intenta atacar el poder de los líderes gremiales.

Y todo esto bajo el contexto de la reforma educativa que el actual gobierno considera vital.

Quizá el elemento central del arranque de este sexenio es el Pacto por México. Unir a las tres principales fuerzas políticas en torno a una agenda nacional es algo que no se veía en décadas en el país.

Sentar en la misma mesa al PAN, PRD y PRI y lograr acuerdos para las reformas que a México le urgen es un buen comienzo.

Pero estas todavía no son aprobadas, así que falta un largo camino para celebrar.

Y eso juega un rol central en los cambios al sector de las telecomunicaciones. La liberación de competencia para tener más jugadores en la televisión y la posibilidad de contar con acceso a la banda ancha es imprescindible.

Pero ahí el gobierno de Peña Nieto se topará con un muro: el de los “poderes fácticos”.

Y esa batalla no inicia… aún.

— Cambio de discurso
Cambiar ‘guerra’ por la palabra ‘paz’

Por Félix Arredondo

El uno de diciembre de 2012, el discurso presidencial cambió radicalmente. Dejó de ser un discurso de guerra para convertirse en un discurso de paz. 

Si durante seis años Felipe Calderón se había convertido en un predicador de la guerra en contra del narcotráfico y la delincuencia organizada, aquel primero de diciembre Peña Nieto entró a Palacio Nacional como un predicador de la paz. 

“Se han hecho muchas críticas y se harán más… pero lo medular es que tomamos una decisión trascendente para México, la de enfrentar de manera contundente a la criminalidad” dijo Felipe Calderón durante su último informe presidencial.

En tanto que Peña Nieto sorprendió a propios y extraños cuando en su toma de posesión señaló que “no habrá seguridad mientras no haya justicia”  

Desde entonces, los mensajes oficiales cambiaron.  

 “Delincuencia organizada”, “crimen organizado” y “violencia” pasaron a ser expresiones proscritas en todos los mensajes oficiales. 

En cambio, las expresiones “construcción de la paz”, “prevención del delito”  y  “respeto a los derechos humanos” tomaron su lugar.

— Pacto por México
¿Todos para uno?

Por Armando Estrop

Es un acuerdo entre las tres principales fuerzas políticas PRI, PAN y PRD y la administración de Enrique Peña Nieto que se firmó el 2 de diciembre del 2012.       

Son 95 compromisos en diferentes sectores de la política que pretenden impulsar reformas legislativas para mejorar las condiciones del país.

Se dividió en cinco grandes temas que son Sociedad de Derechos, Crecimiento Económico, Seguridad y Justicia, Transparencia y Rendición de Cuentas y por último Gobernabilidad Democrática.

La intención inicial era firmar el compromiso previo a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto el pasado primero de diciembre, pero no se lograron los acuerdos necesarios.

Por parte del PRD lo firmó el líder nacional Jesús Zambrano, sin embargo el ala afín al ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, no estuvo de acuerdo con la firma del Pacto.

A pesar de que, al signar este documento, el compromiso era ir juntos en una serie de reformas legislativas las acusaciones entre líderes partidistas no hna cesado y se siguen responsabilizando unos a otros por la situación económica o de inseguridad que priva en el país.

— Adeudos fiscales
Parar la bomba de tiempo
Por Georgina Howard

Fue el 15 de diciembre de 2012, como parte del paquete de la Ley de Ingresos que aprobó el Congreso de la Unión, cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció la condonación de los adeudos fiscales a Estados y municipios.

Fue una medida emergente, un rescate financiero, para evitar una explosión en cadena.

Sobre todo porque las entidades ya arrastran enormes deudas bancarias, contingencias laborales y pasivos por pago de pensiones.

Dichos pasivos corresponden al Impuesto sobre la Renta (ISR) que los Estados y municipios retuvieron a los burócratas y que debieron entregar al Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Y para reducir la evasión fiscal, el gobierno a través del SAT puso en marcha, en febrero de 2013, su programa “Ponte al corriente” para personas físicas y morales.

El programa estará vigente hasta el 31 de mayo de este año y permitirá a los contribuyentes condonar los adeudos que tienen en los ejercicios fiscales del 2007 a 2012 por multas y recargos.

— Seguridad y desaparición de la SSP
El golpe de timón

Por Rodrigo Villegas

Peña Nieto dio  un vuelco a la estrategia de seguridad de su antecesor, Felipe Calderón.

El 1 de diciembre, durante la toma de protesta, apareció el ex secretario de seguridad pública del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, el hombre que dirigió la policía durante seis años en el DF, bajo el mando de Marcelo Ebrard, con resultados satisfactorios. El presidente optó por el médico naval para liderar la seguridad pública.

Diecisiete días después de la llegada del PRI a Los Pinos, se aprobó la controvertida reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que planteó la desaparición de la secretaria consentida de Calderón: la de Seguridad Pública Federal.

El aparató pasó a la secretaria de Gobernación, donde Miguel Ángel Osorio Chong lidera una dependencia holística y multidimensional. 

Asimismo, las nuevas figuras jurídicas, la del Comisionado Nacional de Seguridad y la del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, serán piezas clave en la conformación del equipo de seguridad, aunque no están aún definidas.

La especialidad de Mondragón y la principal pauta en el plan de seguridad -los programas de prevención del crimen- estarían a cargo del Director del Centro Nacional de Prevención, vacante todavía.

Asimismo, se anunció que el país seria dividido en cinco regiones estratégicas para combatir el delito.

La gendarmería también estará bajo las ordenes de la Segob para tener preparados a 10 mil agentes a finales de 2013. 

— Ley de contabilidad
Cuentas claras

Por Georgina Howard

Si bien el 11 de noviembre de 2012 fue la única vez que Felipe Calderón mandó al Congreso su primera y última iniciativa preferente, le tocó al presidente Enrique Peña Nieto, ya en funciones, poner en acción la nueva Ley General de Contabilidad Gubernamental.

Así, una vez que asumió el poder el 1 de diciembre de 2012, el actual mandatario ya contaba con una legislación para obligar a la rendición de cuentas y acabar con la corrupción.

La vigencia de las nuevas disposiciones comenzó el 1 de enero de 2013.

A partir de ese día los poderes ejecutivo, legislativo y judicial deberán hacer transparente la información financiera sobre la aplicación de recursos públicos en los distintos órdenes de gobierno.

Esta legislación obligará también a difundir su contabilidad al Distrito Federal y sus demarcaciones; Estados y municipios; entidades de la administración pública federal, organismos descentralizados y entidades paraestatales.

Con ello, se busca eliminar los efectos nocivos de la opacidad que han imperado en los diferentes niveles del gobierno.

— Ley General de Víctimas
Contra el olvido

Por Adriana Amezcua

A cuatro días de tomar posesión, Enrique Peña Nieto retiró la controversia constitucional interpuesta contra la Ley General de Víctimas.

El Ejecutivo federal presentó su desistimiento formal contra el recurso presentado por el gobierno de Felipe Calderón ante la Suprema Corte por las diferencias con el Congreso de la Unión.

Para el 9 de enero, el presidente de la República promulgó la ley propuesta por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que entró en vigor el 8 de febrero pasado.

Once días después, en un día clave para los derechos humanos, los activistas Javier Sicilia, Alejandro Martí y María Elena Morera presentaron al Senado un paquete de modificaciones para optimizar el funcionamiento de dicha ley.

Se trata de una serie de reformas que buscan lograr un equilibrio en términos de protección a las víctimas y la viabilidad en lo orgánico y lo presupuestal.

Tras su ratificación histórica, se está a la espera de que los legisladores concluyan su dictamen para luego votar en el pleno las reformas a la Ley de Víctimas.

— Cruzada Nacional con el Hambre
Acabar con el hambre

Por Paulina Villegas

El día que el presidente reconoció en público que, en pleno siglo 21, la mitad de los mexicanos sufría por hambre, también se comprometió a combatir esta realidad “injustificable y lastimosa” por decreto. 

Así, desde el emblemático municipio de Las Margaritas, en el corazón de la selva chiapaneca, donde en 1994 el subcomandante Marcos estableció su cuartel guerrillero, el presidente lanzó una Cruzada Nacional Contra el Hambre, que beneficiaría a 7.4 millones de mexicanos, los más pobres de entre los pobres.

Peña Nieto anunció, junto con la secretaria de Desarrollo, Rosario Robles, que la cruzada no sería un paquete de programas asistencialistas ni una “mera entrega de despensas”, sino una estrategia integral que aspiraba a cambios estructurales. 

De acuerdo con este plan, la cruzada atacaría a los 400 municipios más afectados por la pobreza y la desnutrición  e  implicaría la creación de un Sistema Nacional contra el Hambre, la implicación de más de 70 programas federales y creación de bancos de alimentos, entre otras acciones.

— Política exterior
Cambio hacia afuera

Por Félix Arredondo

El 23 de enero la relación entre México y Francia cambió  radicalmente. Florence Cassez obtuvo su libertad y pudo abordar un avión que la condujo a su patria, donde fue recibida como si  hubiera sido una heroína nacional. 

Esta vez, París tuvo palabras elogiosas para el gobierno y la justicia mexicanas. 

Y es que, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, el presidente Enrique Peña Nieto no había hecho ninguna manifestación pública tratando de impedir la liberación de la francesa, como sí lo hizo Felipe Calderón. 

Más aún, daba la impresión de que el nuevo presidente mexicano, había dado su beneplácito a François Hollande desde que el mexiquense tuvo su primer encuentro con el mandatario francés, como presidente electo. 

Hoy por hoy, la política exterior de México parece haber recuperado la seriedad  que la distinguió durante muchos años. 

El lenguaje volvió a ser el diplomático. Así se trate de los Estados Unidos o de la Venezuela de Hugo Chávez. 

— Reforma educativa
La primera lección

Por Paulina Villegas

A sólo nueve días de haber tomado protesta como presidente, Enrique Peña Nieto presentó el 11 de diciembre una propuesta de reforma educativa como piedra angular del Pacto por México firmado por los tres principales partidos. 

La iniciativa incluía la modificación de los artículos tercero y 73 de la Constitución, la creación del Servicio Profesional Docente y un Instituto Nacional para la Evaluación, órgano con autonomía constitucional, entre otras medidas.

En realidad, se trataba de una maniobra para que el Estado retomara el liderazgo de la educación, y significaba, al mismo tiempo, un desafío al poder de la poderosa líder sindical, Elba Esther Gordillo, que siempre se opuso a la reforma porque aseguraba que atentaba contra la estabilidad y los derechos adquiridos de los maestros. 

Sólo dos meses después de presentarla, Peña Nieto firmó, desde Palacio Nacional y en compañía de los líderes de los tres principales partidos y del secretario de Educación, Emilio Chuayffet, el decreto que promulgó la reforma, que definió como un ejemplo de “voluntad política, espíritu de colaboración y diálogo político”. 

— Elba Esther Gordillo
La Maestra a prisión

Por Armando Estrop 

Elba Esther Gordillo fue considerada por la mayoría de los ciudadanos como una lideresa intocable. Su riqueza y descaro fueron inauditos durante los dos sexenios del Partido Acción Nacional.

A la llegada del PRI, lo primero que hizo fue oponerse a la reforma ducativa, uno de los principales proyectos de Enrique Peña Nieto. La maestra no asistió la promulgación de esa reforma y en menos de 24 horas después, el 26 de febrero fue detenida, acusada de lavado de dinero.

En una sorpresiva rueda de prensa, el procurador, Jesús Murillo Karam, dio a conocer que se le había detenido en el aeropuerto de Toluca al llegar en avión de un vuelo de la ciudad de San Diego, California.

Se mostró la forma en que a través de sus colaboradores, todos miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, triangulaban recursos y hacían pagos millonarios para cirugías, compras en tiendas departamentales, adquisición de inmuebles en el extranjero y también inversiones en obras de arte.

Lo que para la mayoría parecía imposible se logró. El ícono del dispendio y corrupción desde un liderazgo sindical era derrocado por las instituciones del gobierno.

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