3870: El preso más vigilado

Para el Gobierno federal no habrá una tercera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las instrucciones dadas por la Secretaría de Gobernación (Segob) a la dirección del penal federal de Almoloya, en donde fue recluido Guzmán tras su recaptura, son precisas: se recomienda, de ser necesario “utilizar medidas extremas para garantizar la permanencia del reo en su celda”.

De acuerdo a versiones filtradas desde el interior del penal federal del Altiplano, la seguridad en esa cárcel federal se decretó más estricta que nunca. 

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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El código amarillo, de acuerdo al protocolo de las cárceles federales, obliga a suspender actividades de cualquier tipo para todos los internos; se limita el acceso a los alimentos, se cancelan las visitas de abogados y familiares, y se suspenden todas las comunicaciones por correo postal o teléfono

Para el Gobierno federal no habrá una tercera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las instrucciones dadas por la Secretaría de Gobernación (Segob) a la dirección del penal federal de Almoloya, en donde fue recluido Guzmán tras su recaptura, son precisas: se recomienda, de ser necesario “utilizar medidas extremas para garantizar la permanencia del reo en su celda”.

De acuerdo a versiones filtradas desde el interior del penal federal del Altiplano, la seguridad en esa cárcel federal se decretó más estricta que nunca. 

Con el código amarillo sólo se respetan las diligencias constitucionales de los juzgados que tienen que ver con sentencias de la libertad.

Esas “medidas extremas” no solo serían aplicadas para el reo central de ese penal, sino para toda la población carcelaria. Desde la fuga de “El Chapo” Guzmán el pasado 11 de julio del 2015, se le ha dado seguimiento personalizado a otros reos con posibilidades de fuga.

El código amarillo que se activó desde que reingresó “El Chapo” Guzmán el pasado viernes 8 de enero al centro penitenciario, se contempla indefinido. También ha sido cambiado el 100 por ciento del personal de custodia.

Todo el personal que se encarga de la vigilancia de los internos del penal de Almoloya son elementos de la Marina, comisionados al órgano desconcentrado administrativo de la Secretaría de Gobernación. El personal que venía desempeñando funciones dentro del área de custodia dentro de la cárcel de Almoloya fue redistribuido a las cárceles federales de Puente Grande, Matamoros y Tepic.

La única actividad que se registra al interior de la cárcel de Almoloya, desde que reingresó “El Chapo” Guzmán, es la aplicación de una serie de estudios psicológicos y criminales que permitirán la actualización del perfil criminal del recapturado, en los que –se ha filtrado- ha comenzado a colaborar de mejor forma que en las dos ocasiones anteriores, cuando ingresó a Puente Grande y a la misma cárcel de Almoloya.

Lejos de todos

Por lo pronto, el preso número 3870 se encuentra segregado. Las otras siete celdas del pasillo 2 del centro de observación y clasificación a donde fue confinado, están vacías. Los reos que estaban allí fueron retirados. 

Objetivo de seguridad nacional

Tras su ingreso a la cárcel federal de Almoloya, “El Chapo” Guzmán fue clasificado como “Objetivo de Seguridad Nacional”. 

Ese estatus otorgado por la propia Secretaría de Gobernación ha valido para justificar las medidas extremas de vigilancia que se le han dictado en torno a su persona, en donde destaca la presencia permanente de dos oficiales de custodia y uno del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, que se mantienen las 24 horas del día frente a la celda marcada con el número 201.

La celda a donde ha sido confinado Guzmán no tiene “puntos muertos”, en cuanto a la vigilancia del sistema de cámaras. Tiene una regadera, un excusado, un lavabo, un escritorio, una cama y un banco de concreto. La celda de 2 metros de ancho por 3 de largo está monitoreada las 24 horas del día. Cada tres horas un grupo de oficiales llega a la celda para revisarla por dentro.

Las actividades de “El Chapo” Guzmán se han restringido aun dentro de su celda. Se le ha prohibido que deambule por su estancia. Se le obliga a permanecer sentado o acostado sobre la cama. No se le permite que se cubra totalmente con la cobija que se le asignó, y solo puede hacer uso del excusado una vez al día.

La ducha también se le ha restringido. Solo puede bañarse una sola vez al día. No se le permite nada de intimidad. 

El baño lo tiene que tomar frente a la mirada de los tres oficiales que vigilan desde la reja todos sus movimientos. De acuerdo a la versión que conoce el Cisen sobre el comportamiento de “El Chapo” Guzmán, en estos primeros días de reencuentro con la cárcel, se sabe que se encuentra deprimido. No ha consumido completamente sus alimentos. Ha solicitado en cinco ocasiones lápiz y papel para escribir cartas y ha intentado entablar conversaciones con los que lo vigilan desde el exterior de su celda.

Se ha mostrado atento a las órdenes que se le indican y ha intentado hacer un acercamiento con el personal de vigilancia que lo custodia o que lo traslada a las áreas de psicología y medicina.

El héroe de la película

La estricta disciplina que se ha decretado para la cárcel de Almoloya, tras el retorno de “El Chapo” Guzmán, ha comenzado a afectar a otros reos. El comité interdisciplinario de ese penal ya ha dictado las primeras sanciones a los presos que en presencia de oficiales de custodia han vitoreado las acciones de Guzmán.

El Comité Interdisciplinario determinó sancionar con 15 días de incomunicación al interno José Jorge Balderas Garza, mejor conocido como “El JJ”.

La sanción se la ganó por haber exclamado abiertamente: “Es el héroe de la película”, justo cuando un oficial de custodia hacía el pase de lista. “El JJ” ya había sido compañero de “El Chapo” Guzmán, eran vecinos de pasillo cuando éste se dio a la fuga.

Otro de los sancionados por hacer alusiones de elogio a “El Chapo” Guzmán fue el que una vez comandaba al cártel de los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, “La Tuta”. A él, el comité técnico interdisciplinario decidió sancionarlo con 10 días de aislamiento, al haber sido sorprendido cantando un corrido al “Chapo” Guzmán.

“La Tuta” también era vecino de celda de “El Chapo” en el momento de la fuga.

Mario Cárdenas Guillén, el M1, que también fue vecino de celda de “El Chapo”, en estos momentos se encuentra a la espera de una sanción por parte del comité interdisciplinario. Se le señala de haber faltado al reglamento interno al haber vitoreado al “Chapo” Guzmán cuando por medio de las noticias supo de su regreso a la cárcel de Almoloya.

Otro preso que se encuentra a la espera de ser sancionado es Miguel Ángel Treviño, “El Z40”. Un reporte de disciplina interna revela que el que fuera jefe del cártel de los Zetas hizo alusiones apológicas de “El Chapo” Guzmán frente a dos de los oficiales que lo trasladaban a una consulta médica, justo el día en que fue recapturado el jefe del cártel de Sinaloa.

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