Abengoa: ¿estafa bursátil?

Abengoa está en caída libre con dirección a la quiebra en España, pero en México está arrastrando al quebranto financiero a miles de inversionistas que compraron papeles de deuda emitidos por la empresa española que hoy no valen nada en el mercado de valores.

En noviembre del 2015, el gigante español que se dedica a las energías renovables se declaró en preconcurso mercantil en España, un paso antes de la quiebra.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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millones de pesos es el juicio mercantil que presentó Banco Base en México
Monex presentó un juicio mercantil contra la filial mexicana, demanda un embargo precautorio de bienes
La deuda de Abengoa en México está principalmente en Cebares
Aunque la compañía sevillana no está muerta, a penas sobrevive para evitar lo que sería la mayor quiebra en la historia de España
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Abengoa está en caída libre con dirección a la quiebra en España, pero en México está arrastrando al quebranto financiero a miles de inversionistas que compraron papeles de deuda emitidos por la empresa española que hoy no valen nada en el mercado de valores.

En noviembre del 2015, el gigante español que se dedica a las energías renovables se declaró en preconcurso mercantil en España, un paso antes de la quiebra.

Meses antes, la compañía sevillana había emitido en la Bolsa Mexicana de Valores certificados bursátiles de deuda por más de 2 mil 300 millones de pesos que fueron comprados por inversionistas mexicanos atraídos por el boom de las energías verdes.

Hoy los tenedores de estos bonos de deuda –entre los que se encuentran tanto inversionistas privados como organismos públicos como Infonavit– están registrando pérdidas millonarias por estas inversiones bursátiles.

Abengoa ha incumplido desde noviembre del año pasado con sus obligaciones financieras como es el pago de intereses y de capital de los instrumentos de deuda por la situación que atraviesa la matriz en España.

Hasta el momento en México tres grupos financieros – Monex, Invex y Banco Base– han reclamado judicialmente el pago a la filial mexicana y han conseguido embargos precautorios de bienes para asegurar sus inversiones.

El problema es que el poco capital que tiene Abengoa en este momento lo tiene la matriz española para pagar a sus acreedores principalmente bancos.

El desplome de Abengoa en España y las emisiones de deuda que hizo en México para financiar proyectos ponen en duda el papel de las autoridades reguladoras del sistema financiero mexicana y el desempeño de las calificadoras de riesgo.

Las autoridades mexicanas están obligadas hoy a investigar una probable estafa financiera en la emisión que hizo Abengoa de Certificados Bursátiles Bancarios de Banca de Desarrollo (Cebures) en el mercado mexicano antes de declarar su insolvencia.

¿La emisora ocultó en México información sobre la situación financiera que vivía en España? ¿Se engañó a los compradores de los bonos? ¿El incumplimiento de la empresa estaba preparado?

También las agencias calificadoras tienen que aclarar por qué –a pesar de los problemas financieros que presentaba la matriz de Abengoa en España– otorgaron calificaciones positiva a las bursatilizaciones que hizo en México esta compañía.

¿Por qué ninguna calificadora emitió una advertencia? ¿Un warning sobre la situación que enfrentaba en España el grupo español y sus posibles consecuencias en México?

De empresa modelo a escándalo financiero

En unos años Abengoa pasó de empresa modelo a nivel internacional, una compañía que apostaba por las energías renovables, reconocida incluso por el presidente Obama, a ser protagonista de lo que será el próximo escándalo financiero del país.

La compañía sevillana no está muerta, pero sobrevive actualmente gracias a respiración asistida para evitar lo que sería la mayor quiebra en la historia de España.

En términos financieros está sujeta en España a un preconcurso mercantil por parte de sus acreedores principalmente grandes bancos que durante años financiaron con crédito el crecimiento de esta empresa fundada por Javier Benjumea Puigcerver.

Tuvo una expansión internacional insólita, pero gracias a un endeudamiento excesivo que hoy está haciendo caer a esta empresa que comenzó en Sevilla como un taller para reparar motores.

Por sus filas pasaron exministros de España como Ricardo Martínez Rico, que encabezó el grupo en la época de bonanza.

La crisis se agrava cada día para Abengoa, que en el primer trimestre de este año reportó pérdidas por 387 millones de dólares.

Las autoridades españolas han calculado en 27 mil millones de euros el pasivo total de la empresa entre la deuda bancaria, la de proveedores y la que tiene con los  compradores de certificados bursátiles.

En España en este momento los directivos de Abengoa se encuentran en negociaciones con los acreedores, bancos y fondos de inversión.

¿…Y en México?

El incumplimiento de Abengoa en el pago de intereses y de capital se registra  en todas las emisiones de deuda realizadas en la Bolsa Mexicana de Valores por esta empresa.

La deuda de Abengoa en México está principalmente en Certificados Bursátiles Bancarios de Banca de Desarrollo (Cebures).

El monto total autorizado de certificados bursátiles para Abengoa por parte de la BMV fue de 3 mil millones de pesos.

Los intermediarios colocadores de los Cebures emitidos por Abengoa fueron CI Casa de Bolsa, Casa de Bolsa Banorte Ixe y Casa de Bolsa Santander, que hoy están enfrentando el reclamado de sus clientes por la venta de estos papeles.

Como representante común de los tenedores aparece Monex Grupo Financiero.

Desde el mes de noviembre del año pasado Abengoa México –filial de la multinacional española – avisó que incumpliría con el pago de cupones bursátiles de corto plazo.

“La tesorería centralizada de Abengoa concentra todos los recursos líquidos de sus empresas subsidiarias (…) Como consecuencia de la política de tesorería centralizada entre Abengoa México y Abengoa, la Sociedad posiblemente incumpla con sus obligaciones de pago próximas, tanto de intereses como de principal de los certificados bursátiles de corto plazo”, indicó la filial a través de un comunicado enviado a la Bolsa mexicana.

A los días Abengoa cumplió con su advertencia: no pagó a los inversionistas mexicanos.

El impago obedeció a la crisis que enfrenta en España el grupo español que se perfila a la quiebra y que acaparó los recursos de la filial mexicana para hacer frente de los compromisos en España.

Desde entonces la filial mexicana ha dejado de pagar intereses y capital de 14 bonos por un monto total estimado de mil 747 millones de pesos.

La empresa solicitó una prórroga de 120 días para pagar a los tenedores, sin embargo el plazo se cumplió sin que los inversionistas mexicanos recuperan su inversión y comenzaron las demandas en contra del consorcio español.

Monex ya presentó un juicio mercantil en contra de la filial mexicana, demanda que incluye un embargo precautorio de bienes para garantizar el pago a los compradores de bonos.

El embargo a Abengoa

La semana pasada Grupo Financiero Invex demandó por impago al grupo español con embargo precautorio de bienes ordenado por un juez mercantil.

Banco Base, que en México preside Lorenzo Barrera, también presentó un juicio mercantil contra Abengoa por casi 100 millones de pesos.

El caso se lleva en el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México.

Uno de los principales afectados por el incumplimiento de Abengoa es Infonavit, quien compró certificados bursátiles de la constructora española.

Según estados financieros del organismo público, se compraron bonos en 5 emisiones de la empresa española por un monto total de 724 millones de pesos, recursos procedentes del fondo de retiro y de vivienda de los trabajadores.

Hasta el momento Infonavit no ha emprendido acciones legales contra la firma española que se perfila a protagonizar en México un desastre financiero.

En México el desplome del grupo español también le pega a empresas paraestatales como Pemex, CFE y Conagua, dependencias que tienen contratos vigentes con Abengoa para la construcción de grandes proyectos millonarios verdes como el de generación de energía en Salina Cruz y el acueducto Zapotillo-León.

Con la CFE ganó el año pasado el contrato para la construcción del proyecto de central termoeléctrica Ciclo Combinado Norte III en Chihuahua.

Son proyectos que implican inversiones superiores a los 3 mil millones de pesos que hoy están en duda por la insolvencia del conglomerado ibérico.

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