Este martes, la Fiscalía capitalina confirmó que la abuelita que denunció el pasado fin de semana que era maltratada por su hija y yerno se retractó después de pedir ayuda en el centro de vacunación contra el COVID-19 en Iztapalapa.
De acuerdo con la adulta mayor de edad, no sufre abuso ni violencia familiar; por lo que los imputados fueron liberados después que ella rindiera su declaración ante un agente del ministerio público.
Lo anterior luego que ella denunciara que vivía en el municipio de Naucalpan, Estado de México, pero tras sufrir una caída en enero de 2020, su hija Laura ‘N’ se la llevó a vivir con ella.
De igual manera, se dio a conocer que la abuelita no autorizó que fuera revisada por un médico legista y perito en psicología, al argumentar no tener lesiones corporales ni ser víctima de maltrato, por lo que fue su deseo no continuar la denuncia.
Sin embargo, pidió no regresar a la casa de su hija Laura ‘N’, por lo que quedó bajo cuidado de otra de sus hijas.
No obstante, como parte de las diligencias para esclarecer este hecho, elementos de la Policía de Investigación (PDI) indagan el modus vivendi de la mujer, así como grabaciones de las cámaras de videovigilancia públicas y privadas que se encuentren en inmediaciones de donde vive.
El 3 de abril, la abuelita de 85 años asistió en compañía de sus familiares al módulo ubicado en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos N° 7 “Cuauhtémoc”.
Luego de ser vacunada, entregó un papelito a un enfermero en donde revelaba que sus familiares la mantenían encerrada.
“Ayúdenme por favor que estoy secuestrada por mi hija y su esposo. Tengo un año aquí encerrada y no me dejan salir ni en la puerta de la casa… Les pido que me saquen de aquí por favor. Mi nombre es Carolampia Díaz”, se podía leer en la nota.