Acapulco en llamas
En Acapulco existe una encarnizada guerra intestina entre grupos de sicarios que buscan el control del puerto que ha recrudecido la violencia en los últimos días.
Tras la estrategia federal implementada para desarticular al cártel Los Beltrán Leyva en el estado de Guerrero, las células de los grupos que están en la zona comenzaron la batalla por el poder.
J. Jesús Lemus
En Acapulco existe una encarnizada guerra intestina entre grupos de sicarios que buscan el control del puerto que ha recrudecido la violencia en los últimos días.
Tras la estrategia federal implementada para desarticular al cártel Los Beltrán Leyva en el estado de Guerrero, las células de los grupos que están en la zona comenzaron la batalla por el poder.
A esa guerra se atribuye el repunte de los hechos violentos, entre los que se destaca el asesinato del director de Recursos Humanos de la Administración Municipal, Andrés Lara García, quien fue ejecutado al lado de su escolta y chofer.
De acuerdo a informes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), los asesinatos de los últimos días podrían estar relacionados a los compromisos que mantienen algunos funcionarios de la administración local de Acapulco con diversos grupos delincuenciales que buscan posicionarse en la zona.
Acapulco se encuentra clasificado actualmente por la Comisión Nacional de Seguridad como el principal punto rojo de todo el país. En solo ocho días, al menos 16 personas han aparecido ejecutadas. Y con el crimen de Lara García suman 11 los funcionarios públicos asesinados en lo que va del año.
El factor común de esas ejecuciones ha sido el modus operandi de los cárteles de las drogas: se han usado armas de grueso calibre, y en alunas ocasiones han aparecido narco mensajes.
Otro de los factores que considera el CISEN para señalar la posibilidad de que el índice de violencia obedece a la lucha entre grupos del crimen organizado, es que al menos 11 de los 16 ejecutados fueron mencionados en algún momento, desde el anonimato, a través de narco mantas que fueron colocadas días antes en diversos puntos de la ciudad.
La alianza de grupos de sicarios locales, de acuerdo a los informes secretos de la Federación, no solo se estaría dando con los grandes cárteles nacionales de las drogas, sino que ahora estarían empatando con algunos funcionarios de la actual administración estatal de Guerrero y de la administración municipal de Acapulco, no solo del área de seguridad, sino de toda la estructura de esos gobiernos.
Crimen lleno de dudas
Hasta antes del asesinato de Andrés Lara García, el Gobierno federal no presumía más allá de un reacomodo de las células criminales que estaban actuando en el puerto.
Fueron las primeras investigaciones de la Policía federal sobre ese asesinato las que han llevado a la presunción de una colusión entre funcionarios de diversos niveles en el estado de Guerrero.
Y es que días antes de ese homicidio, ocurrió un hecho aparentemente sin relación, cuando un joven de 20 años fue ejecutado en la colonia Morelos, en la periferia de Acapulco.
Ese asesinato hubiese pasado desapercibido, si no fuera porque a unos metros del cadáver del jovencito apareció un mensaje que decía: “Me fallaste Evodio”.
El alcalde de Acapulco se llama Evodio Velásquez, y uno de sus más cercanos colaboradores y hombre de mayor confianza era justamente Lara García.
El narco mensaje que apareció al lado del cuerpo del jovencito fue firmado por ‘El Burro’, el apodo de un presunto jefe de sicarios del grupo La Barredora, célula de sicarios aliada con el cártel de Sinaloa y vinculada, de acuerdo al CISEN, con funcionarios de la administración del exgobernador Ángel Aguirre Rivero.
El asesinato de Lara García también ha salpicado a otros actores políticos de administraciones pasadas. Los indicios que ha logrado la Policía Federal Preventiva revelan que el arma con la que se le dio muerte pudo haber sido una de las que se usó en el asesinato de Felipe Loyo Malabar, secretario de gobernación municipal en las administraciones de Luis Walton Aburto y Luis Uruñuela Fey.
Loyo Malabar fue ejecutado de dos disparos a corta distancia. Su cuerpo fue encontrado en el interior de su auto. El exfuncionario municipal fue el segundo secretario de gobernación asesinado en menos de tres años. Antes, fue ultimado de la misma forma Rogelio Lozano Herrera.
A la serie de crímenes de actores políticos en Acapulco, también se sumó la ejecución del abogado Jesús Alfredo Lemus Beltrán, quien defendía a un grupo de policías despedidos y había iniciado una querella contra el gobierno local.
Su crimen fue atribuido al grupo de sicarios que se presume pudo ser el mismo que dio muerte al director de recursos humanos.
Mandos policiacos, los más castigados
Aun cuando la ola de violencia que se ha desatado en Acapulco ha llamado la atención por la muerte de actores políticos, los mandos policiacos locales son los que más han sentido el embate del crimen organizado. La última ejecución fue la del jefe de la policía local, Daniel Pérez Crisóstomo, quien fue ejecutado por un comando armado cuando se encontraba franco.
La lista de mandos de la policía que han sido ejecutados por el crimen organizado en los últimos tres años ya llega a 27, de ellos, cinco han sido jefes de la policía municipal, y otros 11 corresponden a las Fuerzas Federales desplegadas en la zona, destinadas al combate de la delincuencia organizada.
En todos los casos, revelan las investigaciones de la Policía Federal Preventiva, los uniformados estaban siendo investigados por sus presuntas relaciones con algunos grupos de delincuentes identificados en la zona.
Tres de los policías ejecutados fueron en su momento miembros del equipo de seguridad del alcalde en turno y otros seis estaban asignados a la seguridad de funcionarios de segundo nivel.
Las ejecuciones de policías no se han limitado a la zona del puerto de Acapulco. Las investigaciones del CISEN revelan que también seis uniformados de los municipios de Coyuca de Benítez, Iguala, Chilpancingo y Zihuatanejo, cayeron ejecutados por células del crimen organizado. En la mayoría de los casos hubo narco mensajes, en donde los ejecutores reprocharon la falta de lealtad a los compromisos contraídos.
Por el control
Los grupos criminales locales que ya han sumido al Puerto de Acapulco en un baño de sangre son:
> Los Rojos
> La Barredora
> El Comando del Diablo
> El Vengador del Pueblo
> El Ejército Libertador del Pueblo
> Nuevo Cártel de la Sierra
> El Comando Negro
> Los Pelones
> Luzbel del Mont
> Los Temerarios
> La Nueva Alianza de Guerrero
> Los Tejones
> Los Calentanos
> El Pueblo Pacifista Unido
> El G1
> La Empresa
> La Resistencia
Esos grupos están trabajando en alianza con los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Los Caballeros Templarios, La Familia y Los Beltrán Leyva.