Tomaron la escuela porque a ellas les quitaron la seguridad. “No más acoso y no más agresores” es el mensaje que se lee en una manta a la entrada de la FES Cuautitlán de la UNAM.
Para las alumnas la lucha es clara: no levantarán el paro de actividades hasta que se les garantice una vida libre de violencia de género y dejen de llamarlas “exageradas” por su protesta.
Tres alumnos resguardan las rejas del estacionamiento y afirman que estudiantes de la FES Cuautitlán Campo 1 de la UNAM llevan casi dos semanas exigiendo la destitución de maestros señalados por coemter acoso sexual y la expulsión de un alumno acusado de violación.
No es la primera vez que en una sede de la máxima casa de estudios alumnas denuncian ser víctimas de violencia sexual. En octubre del año pasado, en la FES Aragón se colocó un tendedero de acusaciones anónimas en el cual se mencionaron a maestros, trabajadores y alumnos.
Esta problemática ha llevado a que en las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y Filosofía y Letras se conformen colectivos feministas con el objetivo de poder asesorarse entre estudiantes y saber qué hacer en caso de ser víctimas.
Acusan a autoridades de FES Cuautitlán de Proteger acosadores
Mientras se organiza una asamblea informativa en la FES Cuautitlán, Violeta, quien pidió que se modificara su nombre por temor a represalias, detalló que el paro surgió luego de que dos compañeras denunciaran el acoso de un maestro.
“Es un profesor del Departamento de Orgánica, se sabe que tiene orden de restricción por una maestra, la acosó cuando ella era su alumna. Las autoridades saben que este tipo es reincidente y lo protegen, por eso es que ahora buscamos su destitución”, dijo.
Pese al apoyo que se da entre las estudiantes, Violeta lamenta que todavía exista el machismo entre ellas ya que más de una compañera considera que el acoso fue culpa de la alumna afectada y no del agresor.
“Algunas chicas dicen que fue por su forma de vestir pero eso también lo hablamos acá, que quede claro que cada que nos agreden no es nuestra culpa, que es importante seguir el proceso y denunciar ante el área jurídica de la escuela y si no procede irnos a instancias como el Ministerio Público para que sus acciones no queden impunes”, aseguró.
Comentarios misóginos, propuestas indecorosas y fotografías sin su consentimiento es lo que ha vivido más de una alumna de la FES Cuautitlán; por ello, el pasado 24 de octubre se decidió llevar a cabo un tendedero de denuncias. Ahí, las alumnas relatan haberse dado cuenta de que no son las únicas que pasan por esta situación.
La estudiante recalcó la importancia de la denuncia aunque asegura que para muchas mujeres no es fácil hacerlo. Muestra de lo anterior es el caso de Fernanda, joven estudiante quien denunció una violación cometida por un compañero de clase.
“Nos habíamos reunido para hacer un trabajo en equipo, al final él se quedó en mi departamento…todo fue muy rápido”, relató Fernanda, quien solicitó modificar su nombre por cuestiones de seguridad.
Tres años fue lo que le tomó a Fernanda poder hablar de su caso. Pasó tanto tiempo porque, de acuerdo con ella, no es fácil ver a tu agresor todos los días sin ningún remordimiento por lo que te hizo.
“Sus amigas me han llamado mentirosa, me cuestionan por qué me tardé tanto en denunciar. Hay personas que jamás van a entender tu proceso y solo te van a querer juzgar pero hay que seguir, hay que denunciar y señalar hasta que esto deje de pasar”, comentó.
De acuerdo con los alumnos, otra de las exigencias para que se levante el paro es que se garantice que ninguna chica denunciante sufrirá represalias por contar su historia.
Algunas alumnas no solo tienen que enfrentarse al proceso de denuncia contra su agresor sino también al rechazo de sus compañeros. Así le pasó a Mariana, quien recibió un golpe en la cabeza y un beso en su pecho por parte de un profesor de su carrera.
“Entre más avanzas en el proceso te das cuenta que hay mucha gente que no te cree, que te dicen que exageraste o que a lo mejor no pasó y que en verdad estás loca y es mentira. Yo sé de compañeras a quienes (el profesor) les mandaba mensajes inapropiados pero ninguna quiso hacer la denuncia porque la verdad es que aquí nunca pasa nada. La escuela protege a los acosadores”, señaló.
Para Mariana es muy difícil darse cuenta que el haber alzado la voz para acusar al docente que la acosó no ha tenido un castigo. Comenta que a veces se arrepiente de su denuncia y que incluso ha considerado dejar la escuela.
Para apoyar a las estudiantes de la FES Cuautitlán, alumnas de la FCPyS realizaron ayer un cacerolazo para denunciar que la violencia de género impera en la UNAM.
“No se les olvide que encubren violadores” y “Mujer, hermana, estamos en la lucha” son las consignas que lanzaron decenas de estudiantes que avanzaron de la FCPyS hacia la de Filosofía y Letras. En el camino, las estudiantes realizaron pintas en las instalaciones de Ciudad Universitaria como parte de su protesta.
“Que no se les olvide, las estudiantes no estamos seguras ni en la escuela y ya estamos hartas. El acoso es un fenómeno que se da en muchas escuelas del país. Ahora en la Facultad de Medicina también hay un tendedero con denuncias anónimas, ya no queremos tener que convivir con nuestros agresores, exigimos porque merecemos una vida libre de cualquier tipo de violencia”, mencionó una joven durante la protesta.
Al llegar a Filosofía, las estudiantes detallaron que la UNAM debe de hacer más que una campaña burocrática como He for She para detener la violencia de género, sobre todo, llamaron a que se les escuche en sus demandas ya que son ellas quienes viven las agresiones cada día.