La designación de Alfonso Hernández Barrón, como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, significó una oportunidad perdida para la vida democrática de la entidad; así lo consigna César Pérez Verónica, director del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo en su informe de 2017, presentado este jueves.
En su apartado “La elección para presidir la CEDHJ 2017-2022. Crónica de un proceso opaco”, el defensor de los derechos humanos señala que el interés de la clase política y los partidos se impuso ante la posibilidad de tener a un ‘verdadero defensor del pueblo’.
La crítica del director ejecutivo de CEPAD se enmarca en un año donde Jalisco ha vivido el descontento total por la violencia de la que ha estado presa desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico, y que se ha agudizado a partir de las más de tres mil desapariciones.
Señala que la presencia de Hernández Barrón en la administración interna de la propia comisión, labor anterior a su nombramiento, ya viene a enmarcar una actuación de cerca de diez años de complicidad en donde la CEDHJ nunca se pronunció abiertamente por los temas como violencia, diversidad sexual y desapariciones.
La CEDHJ estuvo marcada por diez años de administración de Felipe de Jesús Álvarez Cibrián como presidente del organismo, conocido por el despilfarro de recursos públicos y su silencio en temas de DDHH, como lo consignó Reporte Indigo.
El silencio del que se acusa al organismo y que ahora ha servido para el incremento de las demandas de seguridad y la presión para que la CEDHJ haya realizado dos pronunciamientos en torno a los temas en fechas recientes, también se enmarca hoy con la manifestación que se llevará a cabo esta tarde a las puertas de Casa Jalisco para exigir la presencia con vida de los tres estudiantes del CAAV.