México y Estados Unidos acordaron la creación de un grupo de trabajo para la implementación de energías limpias, anunció el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard.
Lo anterior se informó tras la reunión privada en Palacio Nacional entre el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y John Kerry, enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima.
En entrevista al salir de Palacio Nacional, el canciller explicó que en un mes el grupo de trabajo presentará su plan de acción ya que se trabajará en forma coordinada como lo hacen en materia de seguridad.
Destacó que fue una reunión cordial en donde el presidente López Obrador le mostró el Palacio Nacional a Kerry, además de que no hubo reclamos por la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica.
“La discusión es qué podemos hacer entre México y Estados Unidos estos tres años y los siguientes 10 para elevar el potencial enormemente de producción de energías limpias entre México y Estados Unidos.
“Para sintetizar, fue una reunión en donde cada quien dio sus puntos de vista, los dos son bastantes francos y siempre ha sido así”, expresó Ebrard.
El secretario de relaciones Exteriores también dijo que aún no se determina quiénes integrarán los grupos de trabajo.
Por su parte, en su cuenta de Twitter, el único mensaje que mandó AMLO tras el encuentro dejó notar un ambiente de cordialidad.
“Me reuní con John Kerry, enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima, y como siempre hablamos con franqueza y respeto”.
Respecto a los mensajes dados a conocer por las autoridades mexicanas ante la visita de Kerry, Gonzalo Monroy dice que espera que no les suceda lo mismo que cuando vino la secretaria de energía norteamerciana Jennifer Granholm.
“Cuando vino la secretaria Granholm el primer mensaje que emitió el Gobierno federal fue que no hubo quejas y que todo prácticamente fue miel sobre hojuelas, básicamente que todo había sido una fiesta y que estaban de acuerdo en todo.
“Sin embargo, al día siguiente sale a la luz una carta de los congresistas demócratas exigiendo a la secretaria fijar una posición, a la que respondió que las cosas no se dieron como lo mencionó el gobierno mexicano y en cada oportunidad que tuvo expresó su seria preocupación respecto a la reforma energética.
“Estados Unidos respeta la soberanía de México, pero de ahí a que les guste lo que está pasando son cosas muy diferentes”, dice Monroy.